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𝑹𝒖𝒃𝒊𝒐 𝒚 𝒔𝒆𝒓𝒊𝒐. — O2

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Te tapaste la boca con rapidez al darte cuenta lo que habías susurrado. Muy dentro de ti esperabas que sea lo suficientemente sordo como para no haber escuchado.

B...Buenas tardes señor Marang! — La mujer se paro rápidamente de su asiento - Es nuevamente un gusto tenerlo aquí. - Ella hizo una reverencia.

Quedaste confundida con tal acción, no negaste que el hombre tenía porte pero literalmente su ropa era todo lo contrario de lo que su cara decía.

Señorita, el es el joven Marang, dueño de la empresa Marang y el encargado de sus gastos médicos.

Apenas escuchaste las palabras de la recepcionista quedaste atónita. Rápidamente entraste en razón y hiciste una reverencia de respeto frente a el.

Gracias por su ayuda!, si pudiera hacer algo para compensarlo estaría bien!. — Al reincorporarte viste su rostro, topandote con que ...seguía siendo una cara seria.

El no tenía nada de carisma.

Bien, continuemos con esto — el hombre te ignoro y saco un lapicero de su bolsillo de su pantalón y se dirigió directo a la mesa en dónde la recepcionista estaba.

Ellos empezaron a conversar sobre temas triviales mientras que la chica tecleaba en la computadora; ambos ignorandote completamente.

¿Realmente el era al que te había salvado?, no eras mal agradecida pero no parecía un hombre que haga obras de caridad solo por qué sí. Si eras sincera tu mente estaba esperando a un anciano en sus años de oro ya jubilado.

Aún está la paciente del cuarto b30? — Una enferma alzó la voz. Al voltear tu mirada pudiste darte cuenta que se trataba de ti, ya que está tenía tus maletas.

Díos mío...

¿Es posible ser tan distraída?

Trotaste levemente hacía la enfermera.

Muchas gracias, no me había percatado — Sonreiste en forma de agradecimiento antes de agarrar tus maletas; una colgandotela y otra arrastrándola.

Te acercaste a recepción nuevamente pero ya con tus maletas y ahora observando a la nueva persona cuál estaba junto a Marang; era un hombre pelinegro con traje, al parecer la compañía del rubio.

Buenas tardes señorita — Este bajo su cabeza un poco, como asintiendo de forma de saludo.

Buenas tardes... — hiciste una paqueña reverencia.

Quedaste extrañada, este hombre también tenía un porte imponente. La única diferencia es que uno vestía de traje elegante y el otro cuál tenía la fortuna solo estaba desarreglado.

Síganme a la sala de transacciones y cobranzas por favor — La encargada se paró de su asiento dirigiéndose a uno de los pasillos.

Cuando trataste de seguir el paso el pelinegro imponente te detuvo.

Ven, déjeme ayudarle. — El pelinegro te quito la mochila que tenías colgada antes que pudieras decir algo, te sorprendía lo insistente que era sin necesidad de decir alguna sola palabra.

Ah... Claro, gracias! — quedaste un poco confundida, ¿Que clase de príncipe azul te había traído Dios?.

Gracias a tus pensamientos perdiste a la recepcionista por un momento, trataste de buscarla con la mirada y la cuando por fin la encontraste te tomaste con la mirada fria del rubio observando la escena desde donde la chica estaba esperandonos.

𝙎𝙤 𝙋𝙧𝙚𝙩𝙩𝙮 || 𝘏𝘢𝘳𝘶 𝘔𝘢𝘳𝘢𝘯𝘨 - Operation True Love ᴱˢᵖᵃᶰ̃ᵒˡحيث تعيش القصص. اكتشف الآن