|CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO: VERDE.|

38 10 1
                                    

VERDE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

VERDE.


El verde es el color de la esperanza o eso llegue a leer en algún libro o investigación en internet cuando me adentre a saber más sobre los colores y así lo relacione con mi don. En sí, la esperanza fue lo que sentí, cuando vi a los policías y a Theo llegar al viejo estadio.

Me fijo en el oficial el cual anota en su pequeña agenda todo lo que digo, este asiente, le hace una seña a su acompañante y este le pasa de nuevo su gorra.


—¿Algo más para agregar, señora Jonas?

—No, nada más.

—Ok, señora Jonas, tomaremos toda su declaración y procederemos a todos los protocolos.

—Solo espero y no se demore.

—Mamá— papá refuta y Levana levanta los hombros— ¿Qué? Seamos sinceros, tan buen trabajo no hicieron, casi muere mi nieta.

—Señora Jonas.

—Levana, es más corto y bonito. No te demoraras tanto.

—Señora Jonas— el pelinegro ignora su petición— Nosotros debemos seguir un protocolo y...

—Sí, y bla bla bla. ¿Si esa mujer la hubiera matado qué? ¿Deberíamos seguir esperando su protocolo?

—Mamá— Jessa la toma del brazo —Disculpen, ella aún está afectada por lo sucedido.

—Claro que no, no saques excusas tontas, Jessa.

Escucho suspirar al oficial, se pone su gorra y gira al verme.

—Espere nuestra llamada.

—Sí señor.

—Permiso.


Ambos salen de la habitación y Erín se echa a reír, miro como se sigue comiendo un banano de la canasta que me trajo y a su lado Dante solo niega con la cabeza.


—Te gusta y lo molestas. — le digo a la abuela y ella se para a mi lado.

—No está casado, no tiene unión ni destinada. Puedo ser yo.

—Estas destinada con el abuelo.

—¿Y? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?

—Juro que algún día mi muerte llegará por alguna noticia tuya.

—No seas amargado, Salvador.


Río y al hacerlo me duele la herida.

Resulta que el disparo que me dio Cassandra, impacto en la parte baja de la espalda, precisamente al lado izquierdo, por poco y me perfora saliendo de un lado a otro, por cosas del destino la bala quedo incrustada y eso hizo que me brotara bastante sangre, además me había clavado una cuchilla en la pierna, lo que hizo que el liquido rojo fuera más escandaloso.

CORAZÓN de COLORES  🎨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora