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Historia IX

Al día siguiente muy temprano en la mañana la señora Rosabelle había salido en busca de la tela perfecta para un mantel de mesa puesto que sus amigas vendrían a tomar un té y ella quería impresionarlas. ______, quién leía en el salón cómodamente en el sillón de su padre con una manta escocesa regalo del mismo, al notar que su madre no volvería en horas debido a que la ciudad estaba de fiesta por la vuelta de soldados a su patria hace 2 días, subió a su cuarto y pidió que le llevarán el almuerzo allí.
Abrió de nuevo el gran ventanal y observó las casas y las personas que caminaban.

—¡¡Llegamos tarde!!—gritó un joven Castaño de cabello largo mientras corría.

—¡Eren, espera!...no puedo.—un joven rubio de ropa harapienta puso sus manos en sus rodillas mientras respiraba agitadamente y cuando se sintió mejor se pudo erguir levantó su vista hasta divisar la figura de la chica en el ventanal.

Ambos se miraron, el joven rubio levantó su mano y saludo a la chica, ______solo asintió levemente correspondiendo al saludo. De repente el otro joven Castaño regresó y tomó al rubio por el brazo y lo arrastró hasta desaparecer entre las calles.

Al día siguiente la situación se repitió, el joven rubio volvió a pasar por frente su casa y siempre miraba al ventanal, como siempre _______ estaba allí, él saludaba y ella asentía correspondiente a su saludo y el joven continuaba por su camino. Todos los días durante meces hasta que llegó la primavera, los jóvenes se comunicaban con el simple saludo.

El primer día de la primavera, Samuel, el jardinero por más de 30 años de la familia, comenzó a sacar la maleza y hierbas secas del pequeño jardín delantero, así le decía _____ a una pequeña parte debajo de la ventana, para poner un rosal que Rosabelle había comprado. ______ se puso en la ventana a sentir el sol y la brisa primaveral, los ventanales abiertos de par en par. Era un día muy bonito para quedarse dentro de casa. Bajó rápidamente mientras la anciana Marta le pedía que no bajara corriendo por las escaleras.

La puerta de entrada estaba abierta y al salir a fuera, aspiró la brisa y el aroma de las flores que los vecinos colocaban en balcones y mini jardines delante de sus casas. Samuel buscaba un pequeño rastrillo y rascó su cabeza con confusión al no encontrarlo, _______ le dijo que Marta le prestaría uno que había en la cocina Samuel agradeció y entró en la casa a buscar a Marta para preguntar.

______ aprovechó para mirar los rosales que iban a adornar el pequeño lugar.

—Buenos días.— balbuceo tímidamente un joven rubio más alto que ella.

—Buenos... días..—logró decir.—Creí que pasaría un poco más tarde.

—Bueno...yo...—suspiró el joven —la vi aquí fuera y decidí saludarle como es debido.

—Oh... bueno, entonces creo que podría yo saber su nombre.—dijo sonriendo tímidamente ______.

—S-Si! Soy Armin Arlert Co-...—

—Qué se supone que haces ______?—intervino Rosabelle con cara de pocos amigos.

—Madre yo solo...—intentó decir _____ pero la mujer solo la miró con un rostro más enfadado que antes.—..lo siento.

—Señora por favor permítame...—insistió el joven rubio.

—Agh! Cómo un menesteroso insolente como tú cree que puede dirigirme la palabra? Lárgate.—increpó Rosabelle molesta y se metió de nuevo a su casa.-¡______! Ven!.

—Lo siento.—murmuró _____ y cortando una rosa estiró su mano y se la entregó al joven rubio.—Adios, un gusto conocerlo señor Arlert.

El muchacho quedó atento a _____ hasta que desapareció al cruzar por la puerta la cuál se azotó fuertemente. Samuel le pidió que se marchara amablemente y Armin se fue a paso apresurado con la mirada clavada en el frente por las calles, hasta llegar a una taberna donde se alojaba el cuerpo de exploración, miles de soldados estaban por toda la ciudad visitando a sus familiares. En el lugar Armin subió hasta el segundo piso donde se encontraban sus compañeros.