[ XXXI ]

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Fue un camino algo tenso a pesar de ser breve pues el salon no quedaba muy lejos, cuando llegaron se podia apreciar la elegancia de aquel lugar, con la chimenea blanca, las mesas de fina madera, la suave alfombra y el resto del lugar.

Bela solto un suspiro silencioso, pasaron varias cosas en ese lugar, demasiadas para su gusto y la mayoria no tan placenteras.

Pero aqui estaba y junto a su madre que cordialmente(?) la habia invitado a tener una charla madre/hija.

Para que exactamente?, ella no lo sabia, era raro que su madre le pidiera algo que no fuera traerle ese vino especial o encargarse del ganado que capturaban para saciar su apetito.

Sin mas, ambas mujeres se sentaron una en el largo sillon y la otra en uno mas pequeño para una persona, la dama mayor tenia ya preparado un te, bela no entendia todo esto, acaso ya lo tenia planeado desde un inicio o fue que simplemente engancho a su madre de muy buen humor y con ganas de pasar el rato con ella en familia.

-"espero que te guste, es un te verde, se le conoce como mao feng de guang shan, te verde hecho con manos chinas...dicen que tiene una mezcla dulce de manzanilla y miel, es muy disfrutable"- alcina tomo la tetera y sirvio un poco en cada taza, bela solo miraba consternada la taza de blanca porcelana con finos detalles azules, la dama de blanco fue la primera en degustar el te.

Bela decidio mejor seguir la corriente, no queria actuar de descortes, cuando bebio el liquido en efecto sintio un sabor dulce similar al de la miel pero con ese toque que le hacia saber que tenia algo de manzanilla.

-"y...como...has estado?"- pregunto alcina, bela se dio cuenta de que su fluidez al hablar se perdio ni bien solto la primera pregunta -"bien..."- solto bela a secas pero aun asi la impresion de ver a su madre esforzandose por hablar como siempre era algo inusual.

-"oh me alegra oir eso..cariño...sabes, es bueno ver que te encuentres bien..."- bela enarco una ceja, esta no era la alcina que ella conocia.

-"madre...con todo respeto, que es lo que te ocurre?...porque actuas tan diferente ahora?.."- alcina parecio tratar de hablar otra vez, pero era como si algo se hubiera llevado su voz, la matriarca dimitrescu empezo a tener un lio en su mente, despues de su charla con el duque tras haber renegado del destrozo que sus hijas habian causado, mas todo lo que el duque le habia dicho.

Tuvo un buen tiempo debatiendose todo esto, de cambiar, realmente era complicado y no queria ceder a aquello que perdio hace...cuantos años?, decadas enteras de haber perdido lo que en un principio la habia hecho una mas del monton.

Su humanidad.

La razon por la que ella abrazo su nueva vida siendo dueña de un pedazo de este valle, tener su propia familia y ademas ser poderosa en serio.

Poder desquitarse con todos aquellos que en un tiempo pasado ella ayudo por sentir que era lo correcto, alcina a diferencia de su familia trato de no ser como ellos, no ser igual de egolatra y mezquina que sus padres.

Avaricia era una palabra correcta para el apellido dimitrescu, alcina trato de limpiar un poco esa mancha de su familia haciendo lo mejor para quienes vivian bajo sus dominios pero era dificil siendo una mujercita contra todo un linaje de malas personas que veian a los campecinos que vivian cerca de sus tierras como meros peones con fecha de caducidad.

Y cuando ella trato de ayudarlos, llegando a jugarse el perder su espacio en el apellido de la familia.

Que hicieron los pobres y desamparados?.

La alabaron?, le agradecieron?, le ofrecieron todo el amor y cariño que su familia no le dio?...

No..

𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 | Resident Evil: VillageWhere stories live. Discover now