Renacida

Capítulo 7

Jena

—¡Suéltame! —intento zafarme de su agarre.

Sujeta fuerte mi cintura, no quiere soltarme, sabe bien qué pienso hacer. Apenas logro soltarme, me agarra con más fuerza y aprieta mucho más fuerte. No caigo en cuenta cuando nos trasladamos lejos de la biblioteca gracias a su velocidad. Estamos en un lugar alejado del pueblo. Logra estabilizar cada parte de mi cuerpo. Subiéndose encima de mí, sujeta mis brazos, uno a cada lado. La escena que hacemos podría ser malinterpretada por cualquiera.

Mientras observaba a mi alrededor, quedé maravillada por la majestuosidad de los gigantes árboles que nos rodean. Entre las hojas, noto algunos rayos dorados del sol que luchan por mantenerse antes de que la noche se apodere completamente del cielo.

En la quietud de este momento, puedo percibir la expectación en el aire. Algunos de los animales del bosque comienzan a moverse, preparándose para sus actividades nocturnas. Sus ojos curiosos se asoman entre las ramas, mientras que las aves se despiden del día con sus últimos cánticos.

Al final, el sol se desliza por debajo del horizonte en un espectáculo de colores cálidos, y la penumbra se apodera del bosque. El canto de los grillos emerge en el silencio, marcando el inicio de la vida nocturna.

Es demasiado veloz, espero que nos lleve de vuelta al pueblo de la misma manera en que nos trajo.

—¡Max suéltame! —repito varias veces gritando —¡Suéltame!

—¡Cálmate! —algunos carros se escuchan por la carretera, las bocinas no permiten que escuche bien a Max —Solo intenta calmarte.

Desde el punto en dónde nos encontramos logró ver el letrero que da la bienvenida al pueblo, por lo menos ya sé en dónde estamos.

¿Por qué ella? ¿Por qué tenía que ser Grace? No cabe duda de que hablaba de mí. Hasta donde sé, no conversa con nadie más en el pueblo aparte de los dos.

O tal vez eso también es una mentira.

¿A quién quiere entregarme? Sus palabras me hirieron, pero no voy a permitir que las lágrimas fluyan por eso. Lo que deseo son respuestas, y las deseo en abundancia. ¿Qué quiso decir con "La chica pronto será tuya"? ¿Y qué era lo que hacía con las manos? ¿Era magia? Al parecer, todos tenemos secretos que ocultar.

—Ya estás más calmada —a él también lo voy a apartar, si no se quita del camino —Vamos a hablar en paz.

—¡Quítate! —algunos gruñidos salen de mi boca, ya parecía una loba.

La impotencia hace que reaccione de esa manera, con enojo.

Sigo sin comprender cómo mi amiga podría traicionarme de esa manera. ¿Qué hice yo para merecer esto? ¿Por qué tomó esa decisión? No planeo volver a confiar en nadie más. La ira me consume, y sinceramente, no entiendo por qué optó por herirme de esta forma. Durante el mes que hemos compartido, siempre fui lo más amable posible. Mi intención era forjar una amistad genuina, y ahora, me parece que las amistades simplemente no existen.

Mis ojos se encontraron con los de Max, mientras su agarre se intensificaba.

Al parecer, es la única persona en quien puedo confiar; ha demostrado estar dispuesto a ayudarnos mutuamente. Por lo demás, no confiaré en nadie más a quien conozca.

—Tranquilízate Jena —vuelve a repetir más calmado —Tenemos que estar seguros de que esa era Grace.

—Era ella, los dos la miramos, su rostro se veía a la perfección —apartó la mirada —Y si ella está con él que me atacó, estamos en grave peligro.