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El espacio estaba tranquilo, o bueno...
En realidad siempre lo había sido y es. Quién sabe en un futuro, pero por ahora, es un lugar solitario en el que no pasa nada, siempre aburrido y callado, solitario.
Así era para la Tierra los días de su existencia. Así era hasta que por fin se digno a conocerla.
Ella, era Tea, tenía consistencia de magma igual a él, además, también era mucho más pequeña que él, y siempre que la Tierra se lo repetía, ella contestaba que "estoy creciendo, algún día seré igual de grande que tú."
Los momentos con ella eran espectaculares, aquel espacio en el que todo lo que se conocía y se podía ver era solitario, se llenaba de risa y alegría de esos dos.
Al final de cuentas, solo se tenían a ambos. Ninguno se atrevía a ir más allá por miedo, en cualquiera de las formas en las que se puede expresar.
Aveces algunos meteoritos pasaban por ahí, cerca de ellos y eso dos hacían todo lo posible para que se quedarán... Intentando desafiar a lo natural. Después de tantos intentos y encuentros se dieron cuenta que no podían hacer nada, los meteoritos no podían parar por propia voluntad.
Entonces, solo se quedaban a saludar a los otros cada que pasaban por su lugar, sin hacer nada más, rendidos.
Así fue por algunos (sin decir muchos) años, hasta que la soledad lo volvió a consumir, una vez más, y no lo malinterpreten, los dos podían pasar todo el tiempo y eternidad juntos, ambos tenían una amistad sana y la Tierra agradecía eso pero, ¿mientras más mejor, no? Ansiaba conocer a otros, tener una conversación con más de tres, jugar con varios...
Tea, con enojo se negó a esa idea cuando él se la contó. Le daba miedo salirse de su órbita y que mientras ella no esté, que algo le pase a su lugar o que después no pueda volver. Valentía le faltaba y le faltó.
La Tierra le dijo por milésima vez que no se iban a alejar tanto, solo irían a ver los otros planetas que parecían estar alrededor. Ella se volvió a negar enojada, a pesar de que también quería conocer y explorar lo que le rodeaba. El miedo simpre gana.
Día tras día la Tierra proponía la idea, dejando a Tea más que molesta con la conducta, sin mencionar que seguía con él mismo juegito de molestarla con la diferencia de masa. Ignorando todo el hecho de que Tea parecía serle fiel a sus palabras, estaba creciendo rápidamente. Claramente sin (todavía) verse como la Tierra, y eso era otro signo de burla.
Se querían, a pesar de lo molesta que la Tierra tenía a Tea, disfrutaban su momento juntos.
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480 𝖕𝖆𝖑𝖆𝖇𝖗𝖆𝖘
ᴘᴜʙʟɪᴄᴀᴅᴏ: 19/11/2023
Can you feel it? Can you feel it? Chuquichuquiwawawa
