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En la mañana escuché gemir a Jungkook, pero pensé que se había resfriado y le dolía la garganta, pues anoche estaba frío y por mi culpa él entró al lago.

— Jeon, Jeon ¿estas bien? —lo moví lentamente.

— ¿ Qué pasa?

— No lo sé, estabas gimiendo, ¿te duele algo? Tal vez te hizo daño el que nos metiéramos al lago anoche — le dije.

— No, estoy bien.

— ¿Seguro?

— Si, si —dijo nervioso.

No me convencía, lo notaba raro, así que quité la cobija el cual se negó pero lo pude hacer, su miembro estaba erecto y tenía una mancha blanca, se había corrido en su bóxer.

— Joder —susurró.

— Saldré para que te cambies —estaba sonrojada— Y lo siento.

Salí de la tienda y me reuní con mis compañeros, íbamos a desayunar y a los minutos salió Jeon, pero no se acercó a mi, se fue con otros chicos.

Yo trataba de hacer contacto visual con él, pero me ignoraba, y creo que fue por los besos de anoche y lo que vi esta mañana.

Al terminar de desayunar, comenzaron las actividades.

— Pongan atención jóvenes, al rededor del bosque colocamos banderas negras, cada una vale puntos, mientras más tengas, más puntos tendrás, se vale robar. —sonrió el profesor Min— el juego comienza ahora.

Todos comenzamos a correr al rededor del bosque, buscando todas las banderas negras.

— Tengo una —la metí a la mochila que traía.

Seguí corriendo y a mi lado pasaban más compañeros, entre ellos jay b.

— Hola preciosa, ¿cómo dormiste?

— Bien —ahora venimos caminando.

— Yo no, había mosquitos.

— En mi tienda no. —sonreí.

— Que bien, ¿está noche quieres dormir conmigo?

— ¿Que?

— Que pasemos la noche juntos, me entiendes ¿no?

— Si —dije algo desconcertada.

Creo que ya sé cuales eran sus intenciones desde un principio, parecía un chico bueno, pero nunca pensé que solo buscaba sexo.

— ¿Entonces?

— Lo siento, pero no puedo.

Comencé a correr, dejándolo atrás, en el camino me encontré varias banderas y robé algunas cuantas, no sé cuánto tiempo había corrido y estaba agotada, así que decidí irme al campamento.

Ya habían algunos compañeros ahí, entre ellos Jungkook, se veía cansado y de su cabello caían gotas de sudor, su respiración era agitada. Dios, la mejor escena que he visto.

— Recién llegas —me senté a su lado.

— Si, ¿juntaste banderas?

— Si, muchas ¿y tú?

— También, fue más fácil robarlas —se rió.

— Yo robé algunas —sonreí.

Esperamos a que llegaran los demás, y cuando estábamos completos el profesor Min apareció.

— ¿Cuantas banderas obtuvieron?

Todos comenzaron a contarlas, unos tenis seis, otras diez, inclusive veinte.

— Esos son los puntos extras que tienen en nuestras materias, si alguien va bajo, con esos pueden ayudarse.

Todos aplaudimos y gritamos, fue un buen comienzo.

— Vamos al lago —gritó un chico y los profesores nos dieron permiso.

— ¿Vas al lago? —le pregunté a Jungkook.

— Si, vamos.

Antes fui a ponerme un traje de baño, claro que fui preparada.

Jungkook me esperó afuera por seguridad, al salir nos fuimos con los demás.

Jay b se quitó la camisa y las chicas babeaban por el, y más por ser el nuevo capitán de básquet.

Tenía un cuerpo trabajado, notables músculos, las chicas gritaban alocadas.

Jungkook hizo segunda, también se quitó la playera, y su cuerpo valla, era perfectamente trabajado, sus músculos estabas más marcados que los de Jay b y todas las chicas gritaron, yo solo lo veía, y me hice una novela en mi cabeza.

Por inercia me mordí el labio, pero al darme cuenta deshice mi acto.

— Vamos Tn, entra. —me dijo una chica.

— Si, ya voy.

Me quité el short, la blusa era tipo over size y me quedaba como vestido, después me quité la blusa y todos se me quedaron viendo, como no, cuerpo latino.

— Oh shit! —dijo un chico.

— Madre mía, pero Tn se cae de buena... —otro hablo.

— No se compara con las demás, Joder.

— Ya ¿no? —dijo Jungkook.

Ahora me sentía más acosada por las miradas de los chicos, quise ponerme la blusa que Lisa no me dejó.

Entré al lago y estaba con Lisa y sus amigas, hasta que siento que alguien me abraza por detrás y era un chico de otro grupo.

— Estas ten buena Tn. —me susurró.

— Oye, suéltame —grité.

— No sabes las ganas que tengo de hacerte mía.

— Ya basta, déjame —ahora forcejeaba.

— ¿Que no oyes idiota?

— Tu que te metes Jeon.

Jungkook lo alejó de mí y estaban a punto de pelear pero le dije que no lo hiciera.

— No vuelvas a tocarla, pendejo.

El otro chico solo sonrió de lado, pero era una sonrisa que me causó un poco de miedo.

— ¿Estas bien? —me miró.

— Si, gracias por ayudarme.

— De nada.

Lo miré a los ojos y recordé los besos que nos dimos anoche, sentía una extraña sensación en mi zona íntima, sentía como un palpitar, y mi corazón comenzó a acelerarse.

— Tn —dijo con una voz ronca.

— Si —titubee.

— Nada, no te alejes de mi.

— Ok —sonreí.

Estaba cerca de él como me lo pidió, y si veía a alguien acercarse a mi, los alejaba.

Pasaron las horas y nos salimos del lago.

Jungkook y yo entramos a la tienda, aún no nos cambiábamos.

— ¿Podemos hablar?, antes de ir a cenar.

— Si, dime.

— Lo de anoche.

— Fue un error, lo entiendo Jungkook.

— No Tn, no fue un error.

— ¿Que? —fruncí el ceño.

— Que me encantas, ya no puedo ocultarlo más, anoche me di cuenta, que me gustas tanto.

Terminó de decir para luego besarme y claro que acepté sus besos.

Por Dios!!!

— También me gustas Jungkook, mucho. —dije al separar nuestros labios.

Sonrió y volvimos a besarnos.

¡ᗰᗴ GᑌSTᗩS!Où les histoires vivent. Découvrez maintenant