✩ Rewrite the Stars ✩ • byler

✩ 06 | ¿Amor? ✩

Sábado / 01 / Noviembre / 1986

-¡Y entonces mientras dormía, Dustin me quitó todos los tres mosqueteros!.-Max se quejó mientras los demás veíamos la sonrisa avergonzada de Dustin.-¡Ni siquiera me gustan pero son mis chocolatinas!

Todos reíamos al escuchar la discusión de mis dos amigos. Era por la mañana, todos estábamos charlando en circulo después de habernos levantado. Había un ambiente muy tranquilo.

-¡Byers! ¿Me acompañas a la cocina un segundo?.-preguntó Mike levantándose del sofa de su sótano mientras me extendía una mano sonriente

-Si, claro.

Le cogí la mano extendida a Mike con una sonrisa y ambos fuimos arriba a la cocina, supongo que a coger algo de desayunar para todos.

-Bueno, ¿dónde tienes los cere-

-Te juro que no aguanto más, Will.-cuando me giré para preguntarle a Mike donde estaban los cereales, me lo encontré justo a unos milímetros de mí mientras respiraba rápidamente. ¿Qué estaba haciendo?

Poco a poco, me dí cuenta de que me estaba acorralando a una esquina de la cocina, de la cual no tenía escapatoria. Los nervios empezaban a invadirme.

-¿Q-qué...?.-de un segundo a otro el corazón me latía desbocado, ya que por la diferencia de altura, mi única vista eran los labios entre abiertos de mi amigo, quién me miraba a los labios a mí con sus profundos ojos marrones.

-¿Todavía no te has dado lo cuenta lo enamorado que estoy de tí? Creo que soy bastante obvio.

-¿Qué? ¿Qué estas diciendo, Mike?.-mi vista se despegó de sus labios para mirar a sus ojos de nuevo, los cuales tenían las pupilas dilatadas. Mi respiración empezó a acelerarse y mis mejillas se ruboricé. ¿Acababa de escuchar bien? ¿Le gustaba a Mike?

-Sólo bésame, Will.

-Mike-

-Will, ya sabes cuanto te deseo, y se que tu también me deseas. Bésame, porfavor.

Poco a poco, nos ibamos acercando, y cuando estaba a punto de ocurrir....

Mis ojos se abrieron de par en par. Mierda, mierda y más mierda. Había sido todo un sueño.

Un sueño del que he salido sudando y por la sensación que tenía, seguro que estaba totalmente rojo. Se sentía tan...real.

¿Por qué acababa de soñar con eso? ¿Acababa de soñar que Mike se me confesaba como un loco? Y la pregunta más importante, ¿por qué me había sentido tan bien?

Los amigos no sueñan con sus amigos de esa manera, o por lo menos a mí no me había pasado nunca antes con ninguno de mis amigos.

Tenía que olvidarme definitivamente de lo que acababa de soñar. Esto nunca saldría a la luz.

La pregunta que llevaba días atormentándome volvió a rondar por mi cabeza: ¿Qué me está pasando últimamente? Y sólo eran las 11:00 de la mañana. Tenía que parar de pensar en aquello. No me pasaba nada.

Estaba tumbado en el sofá del sótano de los Wheeler tapado con una manta y con una sudadera que no era mía. Por el olor reconocí que era de Mike. Eso no ayudaba demasiado a lo que me acababa de proponer segundos atrás.

No recuerdo mucho a qué hora me dormí, seguramente a las 5 a.m, y lo único que recuerdo es no poder mantener mis párpados abiertos ni un minuto más y caer dormido. No sabía que me había quedado durmiendo en el sofá.