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Aterrizamos en el aeropuerto de Incheon y tomamos un taxi para dirigirnos a nuestro nuevo hogar.

Desde que tengo ocho, mi padre se ha casado una infinidad de veces, pero siempre se divorcia por la misma razón. Las mujeres solo lo buscan por dinero y tener un buen apellido.

Esta vez su nueva esposa es de Corea, tiene unos meses conociéndola por internet y hoy viene a verla.

— Hija, ¿crees que está mujer sea la correcta?

— No lo sé papá, pero ¿te puedo dar un concejo?

— Dime.

— Antes de tomar la decisión de pedirle matrimonio, conócela primero, no te apresures a pedirle que sea tu esposa.

— Mi niña de diecisiete años, dándome un concejo —sonrió— Lo haré mi niña, ya no seré un tonto, y si veo que no me conviene, nos regresamos a Tp.

— Si papá, pero sea la decisión que tomes, te apoyaré.

— Lo sé mi amor.

Luego de unos minutos llegamos a nuestra nueva casa, era muy linda y grande, exageradamente grande para nosotros dos.

— ¿Te gusta pequeña? —pasó su brazo por mi hombro.

— Si papá, muy a tu estilo. —sonreí.

— Me gusta que tengas la mejor casa, todos los lujos, para eso me mato trabajando, para darte todo a ti princesa, eres lo más sagrado y hermoso que tú madre me pudo dar.

— Te amo papá.

Me dio la llave para que yo abriera y por dentro era aún más hermosa, colores dorados y blancos, parecía un castillo, en la sala, había unos sofás preciosos, en medio un mesita de centro decorada con un cristal y una pantalla enorme, ni hablar de la cocina y su comedor, eran elegantes.

— Papá esto es hermoso.

— Sabía que te gustaría, a demás ve a tu habitación, corre.

— ¿Cual es?

— La segunda puerta del pasillo.

— Okay, ya vuelvo.

Subí las escaleras y llegué a la puerta, era blanca con el marco dorado.

La abrí y me sorprendí al ver la habitación, grité de la emoción, era como una casa pequeña, solo para mi.

Ni hablar del closet, parecía otra casa, lleno de ropa muy linda, zapatos de todo tipo, bolsos que casi no suelo usar, maquillaje y algunos accesorios.

El baño tenía una tina enorme con una puerta de cristal, una casa en este hermoso castillo.

— Papá, es hermosa —dije bajando las escaleras.

— La elegí especialmente para ti, sé tus gustos, se me facilitó todo.

— Eres el mejor papá.

— Y tú la mejor hija, ahora vallamos a descansar un poco, el vuelo fue muy pesado.

— Si..

Subí mi maleta a la habitación y comencé a desempacar la poca ropa que había llevado, ahora entiendo por qué mi papá me pidió no traer tanta ropa.

Luego de guardar las cosas, tomé una ducha, estuve por media hora ahí, luego salí y me puse ropa cómoda, en cuestión de minutos caí dormida en mi roca, grande y cómoda cama.

.

Un olor delicioso impregnó mis fosas nasales y mi habitación, era un olor que ya estaba acostumbrada pero este olía aún más rico.

Bajé adormilada y el olor era aún más fuerte, llegué a la cocina y una mujer preparaba mi comida favorita (elijan su comida favorita)

— Que delicia —susurré.

— Hola señorita, soy Lucy, su padre me contrató para cocinarles.

— Hola Lucy, soy Tn, ¿eres de Tp?

— Así es, su padre me trajo para trabajar con ustedes.

— Wow, pues es increíble, pensé que jamás volvería a comer mi comida favorita.

— Siempre le haré lo que usted me pida —me miró y sonrió.

— Gracias Lucy, ¿la puedo ayudar?

— No hace falta, estoy por terminar, mejor lava tus manos.

— Está bien.

Que agradable mujer, tal vez tendrá la edad de mi padre o un poco más joven, es linda.

Regresé al comedor y me senté a comer, disfruté de la comida, era tan exquisita, tan deliciosa,

— Por Dios, que rico. —dije con la boca llena.

— ¿Te gustó?

— Si, estaba delicioso, podría comer esto todos los días, de verdad.

— Tu padre me dio una lista con todas las comidas que te gusta, ¿te parece si cada día te preparo una?

— Eso me encantaría Lucy.

— Muy bien, mañana te haré otro platillo.

Me acerqué a la cónica para lavar el plato, no me quería dejar pero insistí.

¡ᗰᗴ GᑌSTᗩS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora