El secreto de los Weasley

¿Asustado Weasley?

Draco:

Me encontraba en una práctica de Quidditch cuando el profesor Snape me mandó llamar.

– Snape: Joven malfoy.

Dijo el profesor con seriedad.

Solo dígame qué necesita.

Dije un tanto cortante.

– Snape: Será tutor de la señorita Weasley.

No pude evitar que una sonrisa apareciera en mi rostro.

– Snape: Ya sabe lo que tiene que hacer.

Dijo el pelinegro.

Asentí con una leve sonrisa en la comisura de mis labios, me di la vuelta y me fui en busca de la chica.

No fue muy difícil encontrarla, su cabellera pelirroja no es tan sutil como para pasar desapercibida.

Mis ojos se centraron en ella, la cual al parecer hablaba con un chico de Hufflepuff, me acerque un poco más escuchando la plática de ambos.

– Cedric: …quería ver si tú… bueno si quieres… ir a…

Vaya si que era pésimo coqueteando, sentí un poco de lastima por el chico pero eso no evitó que también sintiera gracia.

Seguí escuchando un poco más su plática.

– Cedric: Quería ver si quieres ir a dar un paseo hoy como a las cinco…

No duró mucho el hecho de que quisieras saber era más que obvio, comencé a acercarme más.

Mi voz se hizo presente en el pasillo.

Ella no podrá ir, estará ocupada en clases extra, conmigo como tutor.

Sonreí instantáneamente cuando me percate que la pelirroja volteaba a verme.

Así que no podrá acompañarte.

Dije con una sonrisa aún más grande, el hecho de hacer enojar a la pelirroja era simplemente divertido.

– Cedric: Oh entiendo, entonces será para la próxima…

Pude escuchar decir al castaño, no pude evitar soltar una pequeña risa.

Cuando el castaño se fue la chica volvió a verme con una molestia muy notoria.

– Emily: Qué es lo que te pasa malfoy.

Dijo la chica molesta.

¿A mi? Nada, solo le dije la verdad, a menos que quieras que le bajen puntos a nuestra casa, lo cual no voy a permitir.

Y era verdad, no iba a permitir que una Weasley hiciera quedar mal a mi casa.

La chica volvió a hablar mirándome fijamente.

– Emily: Podrías tan siquiera avisarme, no simplemente llegar y ahuyentar a alguien que me estaba invitando a salir.

Ah eso le llamaba "invitar a salir" sí que tenía los estándares muy bajos.

No te hubieras divertido.

Dije sin titubear, mirándola fijamente.

– Emily: Tú cómo sabes malfoy.

Protesto la pelirroja manteniéndo me la mirada.

Por qué no hay nadie más divertido que yo.

Dije con una risa sarcástica.

Ahora, avanza que tenemos mucho que leer.

Comencé a caminar y solo pude escuchar un suspiro de parte de la chica, aunque igualmente terminó siguiéndome a la biblioteca.