Ala C

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Una semana desde que Mei Aihara llegó a la institución. Ella no hizo nada de lo que yo hubiera pensado que podía hacer. Simplemente siguió las reglas e hizo todo lo que tenía que hacer. Sin causar ningún problema. La mayoría de los pacientes sufrían un colapso mental, a veces durante la primera semana, pero sabía que Mei no era como la mayoría de las personas. Ella era muy diferente. Siempre seguía las reglas. Se suponía que iba a ser reconfortante, pero me asustó muchísimo. Siempre eh estado acostumbrada a que los pacientes se vuelvan locos, gritaran y me atacarán. Sabía exactamente que hacer en estás situaciones y como reaccionar. Pero Mei parecía bastante obediente e hizo todo lo que le pedían. Los locos no hacen eso. Inmediatamente se ponen de mal humor por qué saben que estarán encerrados aquí por mucho tiempo y se asustan. El comportamiento de Mei demostró que no estaba asustada en absoluto, ni preocupada por quedarse encerrada aquí para siempre. Sabía que estaba tramando algo y eso me asustó.

Estaba pensando en esto cuando estaba en la enfermería sin hacer nada. Escuché que la puerta se abría y apareció Lily. Ella era la enfermera principal a pesar de ser la única enfermera aquí. Tenía el pelo largo y grisáceo, la piel pálida y parecía tener unos 60 años.

-Hola, la señora Jude quiere que lleves el desayuno a la habitación 419 - me dijo.

Las llamaban habitaciones, pero a mí me parecían más celdas que otra cosa. Sacudí la cabeza en señal de confirmación y sin ninguna objeción me levanté, agarre una bandeja con comida y comencé a caminar hacia la celda. Lo que ví casi me hace caer la bandeja de comida.

Era la celda de Mei.

Estaba sentada en el borde de la cama con los brazos apoyados en las piernas. Estaba mirando el suelo y parecía estar sumida en sus pensamientos. Tenía las mangas arremangadas y su cabello oscuro amarrado en una cola de caballo. Me escucho entrar y miro en mi dirección.

-Hola - Dijo y sonrió.

-Ey - Dije suavemente. Mmm

No sabía dónde poner el tablero y me sentí extraña e intimidada, así que me quedé alli.

-Me quedaré con el - Dijo mientras se levantaba y caminaba hacia mi. Instintivamente di un paso atrás y golpe la pared.

Mei se rió de mi reacción y se acerco aún más. Jadee cuando ella se acerco lo más que pudo, la tabla entre nosotras dejaba solo unos centímetros de espacio entre nuestros cuerpos. Tuve que levantar la vista para ver su rostro, sus ojos como charcos de color violeta con un tinte violáceo. Tenía una sonrisa afectuosa en su rostro mientras se lamía los labios para humedecerlos a un más.

-No te preocupes, no te haré daño - Dijo con vos suave y un poco ronca - ¿Cómo te llamas bebé?

-Yuzu.

Se inclino aún más. Un poco demasiado. Me sorprendió como podía oler también en un lugar como este. Acerco sus labios a mi oreja y pude sentir su aliento en cuello. Se me puso la piel de gallina en mi cuerpo tembloroso.

-Soy Mei - Ella suspiro.

Simplemente sacudí la cabeza en señal de confirmación. Mi corazón latía inusualmente. Un asesino estaba a solo unos centímetros de mi cuerpo que. No sé sabía que haría a continuación. Pero para mí sorpresa, no hizo nada. Simplemente se quedó ahí.

-¿Puedo tomar mi comida ahora? - Pregunto con una sonrisa en su rostro.

Mire hacia abajo y me di cuenta de que estaba agarrando el tablero con tanta fuerza que mi mano se estaba poniendo más blanca de lo normal.

-C-claro - tartamudeé mientras lo empujaba contra ella y salía rápidamente.

La oi reír y rápidamente me fui, frustrada. Me molestó haberme dejado intimidarme y huir cobardemente de ella.

Psiquiátrico - CITRUS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora