GALWAY GIRL

Ultimo vuelo a Dublín, Irlanda

4 meses antes

Londres, Inglaterra

La luz de la lámpara alta me deja observar con cuidado la llegada de la cava superior en la aurícula, dejó deslizar delicadamente la pinza sobre la vena sintiendo su consistencia.

- Bisturí - pido al auxiliar a mi lado, este me lo pasa de inmediato. Abro con inmenso cuidado el gran vaso, recordando el procedimiento.

Quizá deberías abrir por la izquierda - me habla mi voz interior - tengo mas espacio por este lado y menos nervios que corra el riesgo de coger, no me dejara manejar bien el nodo si corto por ese lado - le contestó.

Después de un corto tiempo, visualizo el fondo de la aurícula en comunicación con la otra, un pequeño error de desarrollo fetal, pero el verdadero peligro está justo al lado de el hueco entre ambas. Un tumor benigno pero grande, prende del marcapasos natural.

No parece estar fuertemente sujetado, corrige la comunicación y retiramos el tumor manualmente - hago lo que el inteligente hombrecito en mi conciencia me dice en tiempo récord y en menos de una hora estoy terminando de suturar, dejo que el personal quirúrgico termine y lanzó una mirada hacia el público en el balcón superior, prensa y comité están celebrando, sonrió por debajo del tapabocas y mi socio Mark aplaude con un gran sonrisa, como si me dijera no se como lo haces.

...

- Háblenos acerca de la familia del congresista ¿Estaban de acuerdo con el procedimiento? - me pregunta la simpática reportera.

- Por supuesto que sí - le contesto - Discutimos mucho el proceso, antes de llegar a un acuerdo, claro está, logre convencer a su señora esposa, acerca de cuál era la mejor solución para su marido - después de eso le picó el ojo seductoramente, ella se sonroja y escojo otro periodista de entre la multitud.

...

Voy camino a casa, a una fiesta sorpresa que planearon mis padres con motivo de celebrar mi triunfosa cirugía, creen que no lo se, pero mi madre es poco disimulada e invitó a grandes diputados a la celebración, así que la tan nombrada fiesta salió hasta en los periódicos.

Se que esta cirugía subirá el nombre del hospital George Brennan aún más (nombrado así por mi padre, en un homenaje a su padre), el congresista es un hombre viejo, seguro morirá pronto con el tumor adentro o sin él, pero es un político conocido e insistí en operarlo. Esto deja al hospital George Brennan entre uno de los más importantes de Londres.

Me bajo de mi gran deportivo y abotono mi saco, observó la gran casa y escucho a lo lejos el murmullo de la multitud.

Entró a la casa avanzando hacia el patio sin molestarme en saludar al personal, me detengo en la gran puerta, peino un poco mi cabello y arreglo mi caro traje, abro la puerta fuerte y rápido para que se note mi llegada y hacer una gran entrada, de inmediato todos voltean hacia mi y aplauden y gritan, levantó los brazos victorioso y gritó emocionado.

- Aclámenme - piensa mi orgullosa y lujuriosa mente. La gente me felicita y saluda. Dime tu cuando puedes sentirte más completo sino es en momentos como este.

Paso por entre la gente, todos me abrazan y felicitan, yo solo puedo agradecer, sin preocuparme en saber quienes son.

- No tienes que ser tan presumido - me dice mi padre que se acerca con mi madre a mis espaldas.

- De qué me sirve tener logros si no puedo celebrarlos - le contestó irónico sonriendo.

- Eso no fue un logro, esa cirugía no era necesaria - me reprende de nuevo mi padre, mi madre se acerca y me abraza.