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Disclaimer: los personajes de BNHA no me pertenecen, son propiedad de Kōhei Horikoshi.

Advertencia: AU. Sugerencias sexuales. Lenguaje vulgar.

Nota de autor: por ahora es todo soft, pero espero que sepan que me gusta el smut tanto como me gusta Sero: muchísimo.

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A través de la pared
Tres
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El fin de semana llegó tan rápido que Kirishima no se dio cuenta hasta que ese sábado por la mañana despertó no con la alarma de su teléfono, sino con la voz de su madre al otro lado de la puerta, anunciando que se marcharía al trabajo que tenía los fines de semana en una cafetería cercana al edificio. Le llevó unos segundos acostumbrarse a la luz que se filtraba por los pequeños agujeros de la persiana y un poco más ordenar las ideas que giraban en su mente. Intentó pasar saliva, pero su garganta estaba seca.

Había tenido un extraño sueño donde Bakugō y él se besaban. Intentó atribuirlo a la conversación con Ashido en la biblioteca, desde entonces la idea de que Bakugō le gustara no parecía tan descabellada. Sin embargo, soñar con besarlo en medio de este nuevo descubrimiento era extraño. Kirishima había soñado antes con besar a Bakugō, pero nunca había sido algo que lo perturbara, ya que al pasar tanto tiempo juntos, había llegado a pensar que eso era normal.

Permaneció en la misma posición durante unos minutos más hasta que decidió darse una ducha. El agua caliente de la ducha cayó sobre él, envolviéndolo en una nube de vapor, dejó que el agua golpeara su cuerpo, tratando de despejar su mente de los fragmentos del sueño que lo había perturbado esa madrugada. Pero cuanto más intentaba alejar esos pensamientos, más persistían.

Mientras se enjabonaba el cabello, dejó que su mente divagara una vez más hacia Bakugō. La idea de que Bakugō pudiera gustarle de verdad seguía revoloteando en su mente como una mariposa atrapada en una habitación.

Se detuvo un momento, apoyando las manos contra la pared de la ducha mientras dejaba que el agua cayera sobre su rostro. Cerró los ojos y se permitió fantasear brevemente, imaginando cómo sería besar a Bakugō tal como en el sueño. La idea lo llenaba de emoción y temor al mismo tiempo.

¿Cómo sería sentir los labios de Bakugō contra los suyos?

De repente, se dió cuenta de algo: nunca había besado a nadie. ¿Cómo podría enfrentarse a la posibilidad de besar a Bakugō si ni siquiera sabía cómo hacerlo? Sobretodo, ¿por qué estaba seguro de que Bakugō querría besarlo también?

Con un suspiro, Kirishima terminó de enjuagarse y salió de la ducha, envolviéndose en una toalla mientras contemplaba su reflejo en el espejo empañado. Sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarse a sus sentimientos y a sus miedos, pero por ahora, se permitiría guardar esas reflexiones en un rincón de su mente.

Abandonó el baño y se dirigió a su habitación para vestirse. Fue entonces que un suave golpe en la pared anunció el inicio de su rutina de los sábados: Bakugō iría a su casa para ver el nuevo episodio de Red Riot mientras desayunaban.

Kirishima se sentía cansado, como si no hubiera descansado lo suficiente durante la noche. Terminó de vestirte y ya en la cocina puso la pava para hacer el café de Bakugō y calentó leche para el chocolate caliente que él tomaría. Mientras buscaba la taza que su mejor amigo solía dejar en la alacena, dos golpes sonaron en la puerta del apartamento. Kirishima encendió la televisión y abrió la puerta. Bakugō estaba allí, sosteniendo un tupper con galletas aparentemente caseras.

A través de la pared |BakuShima|Where stories live. Discover now