Capítulo 2- Problemas a la orden

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 Finalmente llega al sitio. Abre la puerta lentamente. Rogaba que los chicos se hubiesen arrepentido y no fueran, pero eso estaba muy lejos de suceder. Al entrar se encuentra con ellos, quienes lucían como si llevaran un rato esperándola. Jacob sonríe al verla.

—Te dije que vendría —extiende una mano frente a Donovan—. Págame.

 Donovan tuerce los ojos y le entrega un billete a Jacob. Luego este último se pone de pie y camina hacia Halley.

—Sé bienvenida a nuestra humilde guarida —Halley se encuentra muy nerviosa como para decir algo—. Me imagino que ya sabes por qué estás aquí —se acerca más a ella—, ¿o no?

Ella se sobresalta.

—Por favor, no me hagan nada.

Jacob mira a Donovan. Este también camina hacia Halley y luego le habla.

—¿Qué crees que podríamos hacerte?

Ella se queda callada.

—Cometiste un error al espiarnos.

—Ya les dije que no los espiaba.

—Intencionalmente o no, lo hiciste, y ahora tendrás que lidiar con ello.

 Halley está a punto de llorar. Se sentía muy temerosa, ya que solo podía pensar en qué tan malo sería aquello que le harían esos chicos de aspecto siniestro.

Jacob y Donovan la miran de forma intimidante.

—¿Tienes miedo?

Ella no contesta. Los chicos se miran y luego la vuelven a mirar. Donovan se acerca hasta quedar a poca distancia de ella. Luego levanta su mano.

 Halley cierra los ojos, pero para su sorpresa solo recibe una palmadita en su mejilla por parte de Donovan.

 —Tienes suerte de ser mujer, y que entre nosotros existan ciertos códigos que debemos respetar.

Halley abre los ojos. Los mira sin entender nada.

 —Verás, pasa que aquello que viste no debes divulgarlo, porque si lo haces de verdad tendrás problemas —dice Jacob—. Ser chica te exime de ciertas cosas, pero no te libra de todos los líos que trae a quien se mete con nosotros —se agacha y la mira—. Es decir, podemos hacer otras cosas que harán tu estancia aquí poco agradable.

Donovan le habla a Halley al oído.

  —Y aun peor para ti si quien se encarga de eso es el diablo, a quien ya me imagino que has oído mentar.

Ambos se alejan de ella y vuelven a sus asientos.

 —Resumen rápido y fácil de entender: —dice el rubio— no digas nada si no quieres líos. Tú no viste nada esta mañana. No nos viste con ese chico. ¿Quedó claro?

Halley lo mira, aún temerosa. Él tuerce los ojos.

 —Esta chica parece que tuviera que pagar por cada palabra que dice, ya que no habla —mira a Halley— solo asiente si te quedó claro.

Ella mueve lentamente la cabeza de arriba a abajo. Donovan se pone de pie.

—Ahora fuera, y ni una palabra de esto a nadie.

Halley se da la vuelta y se va rápidamente.








 Luego de reunirse con Halley, Donovan y Jacob van con Hunter, quien se ejercitaba en su habitación. Al verlos, él se pasa una mano por la nuca.

 —¿Qué hacen aquí? Saben bien que no me gusta que nadie venga a mi habitación a molestarme.

Jacob se recarga en una pared.

—Lo sabemos, pero venimos a decirte algo.

Hunter camina hacia su armario.

—¿De qué se trata?

Donovan también se recarga en la pared.

—Es de la chica esa.

—¿Qué chica?

—La ñoña esa que nos vio esta mañana.

Hunter toma una toalla y se limpia el sudor de la cara.

—¿Qué hay con ella?

—Le hicimos una pequeña advertencia.

Hunter los mira.

 —Les dije claramente que no me gusta involucrar mujeres en esto —lanza con fuerza la toalla al suelo—. ¿Acaso no se los he dejado claro?

Jacob habla.

—Tranquilo, diablo. No le hicimos nada.

Donovan lo apoya.

 —Escucha, solo le dijimos que mantenga su boca cerrada. Eso no tiene nada de malo, ¿o sí? Es lo mismo que hacemos a los chicos que interrogamos de amenazarlos de que si hablan les irá mal.

—Ya averigüé y ella es nueva, así que había que advertirla porque así ya irá sabiendo con quién se mete —agrega Jacob.

Hunter toma una botella de agua y camina hacia una ventana.

—Lo sé. Está en mi salón.

—¿Seguimos vigilándola?

—No es necesario. Yo me haré cargo de ella.

 Halley estaba en su cama sentada. En la otra cama estaba Jade, quien se había dormido ya. Aprovechando aquello, Halley se pone a leer, tratando de distraer su mente de todo lo que había pasado en apenas dos días que llevaba en el instituto. Aquellos tres chicos le causan temor, ya que se veía que buenos no era, al contrario de Thomas, quien parecía ser dulce y gentil, pero quizás no era buena idea estar cerca de él, porque ya Alexa había demostrado que eso no le agradaba.

 Al día siguiente por la tarde camina hacia los dormitorios luego de haber estado en la biblioteca leyendo un montón de libros para un trabajo. Se detiene en una fuente de agua a beber. Continúa su camino, pero al mirar hacia arriba detiene sus pasos un momento al ver a alguien.

 Hunter Hayes estaba en el balcón del nivel superior. Ella se queda quieta mirándolo. De repente él baja la vista en dirección hacia ella, mirándola fijamente.

ENAMORADA DEL DIABLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora