4# El Templo Maldito (parteII)

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Hace muchos pero muchos años atrás, en un Japón antiguo...

En los tiempos pasados se podía observar grandes paisajes aún sin ser contaminados por las construcciones urbanas y suelos pavimentados, en aquellos días la vida era sencilla, llena de personas sencillas que disfrutaban de aquellos días, todo sin darle importancia a la verdad que merodeaba a escondidas entre los habitantes.

En aquellos días en la antigüedad, en el interior de un pequeño bosque se podía observar a dos individuos caminando por los senderos que se habían creado en el lugar con el pasar de todos aquellos que habían recorrido el camino natural.

Caminando tan gratamente bajo la luz de el sol de la tarde se podía observar a dos individuos, uno era una joven y hermosa mujer de largos cabellos plateados ella vestía con un hermoso kimono blanco con detalles azules, algo corto y escotado ya que lo usaba de una forma que dejaba sus hombros al descubierto con un escote en la parte de al frente, pero lo que más resaltaban en ella, era que la joven tenía orejas de zorro y una cola esponjosa tan sedosa como propia cabellera.

Caminando tan gratamente bajo la luz de el sol de la tarde se podía observar a dos individuos, uno era una joven y hermosa mujer de largos cabellos plateados ella vestía con un hermoso kimono blanco con detalles azules, algo corto y escotado ya qu...

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Junto a ella iba caminando un joven de aproximadamente unos 11 a 12 años tenía al cabellos de color rosado plano, este se encontraba siguiéndola a tan solo unos pocos paso de distancia y poco distraído mientras observaba el paisaje a su alrededor; desde hace rato que aquel joven se encontraba sumido en sus pensamientos

Sukuna- recientemente llamo la mujer haciendo que este regresara a la realidad.

¡Que nee-chan!- respondió rápidamente él joven pelirrosa levantando la vista para ver a la mujer delante de él.

Sukuna no te quedes muy atrás; incluso si mi presencia suele alejar a resto de las maldiciones siempre existe la posibilidad que haya alguna suficientemente estúpida como para intentar acercarse a curiosear- advirtió la maldición de blanco mientras seguían avanzando, hace un para de días que habían ingresado en aquel bosque y desde entonces ella a pesar de todo se había mantenido alerta en caso de cualquier cosa que pudiera aparece.

Incluso si sabía que casi nada podría dañarla en realidad ahora también tenía que estar pendiente del niño que iba con ella; esto era nuevo ya que ella en el pasado nunca tuvo que preocuparse por algo así.

Ah...si, ya voy- respondió él joven pelirrosa aumentando su paso y alcanzando a la mujer.

Está al verlo de reojo pudo notar como él joven también parecía estar observando a su alrededor, como si buscará algo con la mirada.

¿Sucede algo?- pregunto ella girando un poco su cabeza para mirar al menor por sobre su hombro.

¡Y- ya te dije que no es nada!- exclamó él joven pelirrosa cruzándose de brazos mientras giraba su cabeza hacia otro lado evitando vela.

Por otro lado Sanae permaneció observándo disimuladamente al niño un poco más, últimamente estaba actuando un poco extraño, desde el otro día en dónde finalmente había accedido a enseñarle al niño sobre la energía maldita y como manipularla, desde ese día Sukuna había estado comportándose un poco extraño ya que solía sonrojarse con más frecuencia y parecía que le costaba verla a los ojos.

El Amor Perdido De Sukuna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora