Capítulo 2

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Las nueve de la noche marcaba el reloj de aquel viernes, por fin una larga y estresante semana estudiantil llegaba a su fin.

Ambos chicos se encontraban en un PUB cercano a su universidad donde solían ir los fines de semana o cuando era un día muy pesado, muchas veces acompañados de sus amigos pero esta ocasión no era como esas. Necesitaban hablar y en palabras de Yeonjun, necesitaban conectar.

–¿Soobin? ¿Me estuchaste? –golpeó la mesa impaciente– Te estoy hablando, por favor.

–¿Si amor? –volteó su mirada en dirección a su novio pero sus ojos bailaban de un lado a otro, mostrando que los tragos ya se le estaban subiendo a la cabeza. Eso sin contar la coqueta sonrisa que adornaba sus labios.

–¿Podrías por favor dejar de beber? –retiró el vaso de cerveza frente a él antes de que el pelinegro pudiera tomarlo entre sus manos nuevamente– Estoy tratando de tener una conversación contigo.

–¡Estamos hablando! –exclamó arrastrando sus palabras.

–No, yo estoy hablando.

Yeonjun no era el tipo de novio que le molestaba ver a su pareja tomando.
Era el tipo de novio que le molestaba ver como su pareja no intentaba ponerle atención.

–¡Hey! Sírveme otra cariño ¿Si? –sus palabras fueron dirigidas a la bartender que tenía al frente.

–¿"Cariño"?– mostró Yeonjun una clara indignación.

–Con gusto, guapo –la chica siguió el juego de Soobin, quien solo atinó a sonreírle y volver a hablarle con pillería.

El aquel entonces rubio se quedó plasmado por el tal cinismo de su novio coqueteando con una completa desconocida. Yeonjun no era alguien celoso, sabía distinguir entre ser amable y el pasarse de la raya. Y Soobin estaba ya lejísimos de ella.

–¡Soobin! –captó su atención luego de cinco minutos de presenciar una toma de terror– Vengo contigo ¿Si recuerdas? TU NOVIO VIENE CONTIGO.

Enfatizó luego de que aquella chica le viera como un bicho extraño, no sabia que se trataba de su pareja, mientras que Soobin solo atinó a voltear los ojos.

–Calma ¿Si? Solo la estamos pasando bien –sus ojos se cerraban cada vez más a medida que el alcohol se hacía presente en su sistema y esa maldita sonrisa pícara no abandonaba su rostro.

–No, tú la estás pasando bien mientras yo veo como mi novio está coqueteando con una extraña en frente de mí –el pelinegro comenzó a reírse fuera de sus facultades– ¿Cuál es tu puto problema? ¿Que te parece tan chistoso? ¡Hey! –golpeó la barra de nuevo– Solo te pido una maldita conversación de adultos.

Fue el turno de Soobin de voltear los ojos de nuevo pero esta vez con fastidio.

–Cálmate por el amor de Dios, Junnie. Estamos aquí para divertirnos.












Buenos días –anunció el pelinegro entrando a la cocina, que también era parte del comedor pues no era un departamento tan grande.

–Oh...Buenos días, Soo –dijo Yeonjun arrastrando un poco sus palabras, el sueño aun no dejaba de controlarlo a tan tempranas horas.

–¿Está bien si tomo un poco de tu cereal? No he ido a comprar la alacena, te prometo que solo será esta vez –comenzó a hacerse camino dentro de la pequeña cocina para poder desayunar.

–Si no hay...problema –sus palabras quedaron en el aire cuando su vista se fue enfocando poco a poco en Soobin.

Y en su falta de ropa sobre su torso.

Bad idea, right?Where stories live. Discover now