01 - primera vez (garnacho)

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Lisandro estaba muy emocionado. Demasiado.

Estaban camino al aeropuerto para viajar hasta Argentina, llevaba una mochila colgada a su espalda; con una mano empujando su valija y con la otra sosteniendo su termo con su mate—que nadie le pregunte cómo hacía para agarrar ambas cosas sin que se les caiga porque él tampoco sabía, solo era un don que algunos poseían—. Detrás suyo caminaba siguiéndolo el chico que recientemente se había teñido el cabello de rubio.

Se acercaban los amistosos que jugarían en Argentina y estaban viajando unos días antes para acoplarse al lugar antes de jugar. Y de paso, por si alguno quería visitar a su familia o amigos.

Él, por su parte, estaba ansioso por poder llegar y mostrarle el lugar a Alejandro después de que le dijera que no había ido muchas veces a la provincia y que las veces que había ido no había podido "turistear". El chico apenas había visitado Argentina para cuando Scaloni y la AFA lo citaron para que vaya a conocer el predio y entrenara un poco. Además de eso, solo había ido a Córdoba para conocer a su familia materna, al ser la provincia donde se había criado su madre.

Dejaron las valijas en la cinta transportadora y se dirigieron directamente hasta el túnel y las escaleras que les permitirían subir al avión.

Después de dejar las valijas, se volteó apenas para poder abrazar al chico por el cuello, pasando su brazo por este ahora que se había desocupado. Alejandro parecía distraído, por lo que se asustó un poco por su movimiento y él solo pudo reír ligeramente porque le dio ternura.

—¿Nervioso? —preguntó y el delantero asintió.

Si tenía que ser sincero, nunca había estado más nervioso en su vida como lo estaba en ese momento. Tenía miedo y sentía esa presión de tener que jugar bien a toda costa.

Quería mucho jugar con la selección argentina, era consciente de que esos partidos eran amistosos y que para estar en la selección oficialmente tenía que hacer que lo volvieran a convocar para partidos oficiales.

No solo debía impresionar a la AFA, sino también a los hinchas argentinos y sentía que esa sería la parte más difícil para él. Había leído muchos comentarios al respecto, tal vez más de los que debería haber hecho porque ahora había perdido la confianza. Veía muchos comentarios de que no debería jugar con la Argentina porque no "transpiraba la camiseta" o comentarios similares por el hecho de que era español.

Junto a eso, jugar con figuras tan grandes como eran los campeones del mundo—que no por nada lo eran— lo intimidaba un poco. Ellos tenían un puesto asegurado, él no y sentía que luchar contra ellos era imposible.

Él no era nada comparado con ellos.

—No te hagas tanto la cabeza, todos son re buena gente y ya le caes bien a la mayoría —respondió el central, intentando levantar los ánimos del rubio al ver que no eran nervios buenos—. Además, ya todo el mundo te quiere porque sos mi protegido.

Alejandro sonrió por su comentario, ciertamente eran cercanos. Muy cercanos tal vez.

Muchas veces antes habían tenido "roces" que se basaban en Lisandro apoyando sus manos en sus muslos cuando estaban sentados o abrazándolo por la cintura cada vez que podía. Incluso se habían besado varias veces, aunque nada fuera de lugar. Lisandro siempre lo trataba con cariño y se aseguraba que nada le incomodara.

Gracias a compartir equipo en el United, se habían vuelto muy buenos amigos—o lo que fuera su relación, porque tampoco querían ponerle un nombre—, y Alejandro no sabía a quién agradecer por juntarlos, tal vez a Ten Hag, porque realmente amaba estar con él y todo lo que le hacía sentir.

Cortes de Carne [Licha Center]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum