🍷🧊 Capítulo 1. El antifaz 🍷🧊

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Amante de lo prohibido.

Siempre fui un chico amante del terror, el misterio y de todo lo prohibido.

Me presento, mi nombre es Alex Valtierra Soto. Cómo ya mencioné, siempre fui un amante a aquello que me ponga la piel de gallina.

Siempre fui el popular de mi salón y muchos dicen que de la escuela ya que conozco a mucha gente, por supuesto que yo no creo en eso, solo soy un tipo cualquiera.

Muchas chicas me piden que sea su novio, y me halagan, pero busco a una mujer que me haga temblar, que sea una loca, que me vuelva loco. De esas que besas con demasiada pasión mientras ves sus ojos brillar bajo la luz del sol y, con una nevera llena de alcohol al lado, tomas una botella y se la ofreces para sacar el mayor potencial de la bella dama.

Uf, sí, sin lugar a duda ese es mi tipo de chica.

No importa mucho como luzca, todos los tonos de piel son arte para mí y del mismo modo que no importa si son rubias, castañas, pelirojas o cuálquiera que sea su cabello son hermosas, ¡preciosas! Tampoco me interesa si sus pechos son pequeños o si tiene un culo muy grande. Lo único que me interesa es que esté demente.

Hace un par de años conocí a una chica como la que describí y me enamoré perdidamente de ella.

Su nombre lo recordaré siempre, y su rostro que nunca supe distinguir del todo bien por el cubrebocas que nunca se quitaba, siempre estará guardado en mi corazón.

٩( و

Era mi primer día de clases, estaba con un espantoso olor a alcohol por haber salido de fiesta la noche anterior con mis amigos y no ayudó en mucho mi falta de higiene ese día, no me había bañado, no me puse desodorante ni perfume, así que ya sabrán.
Festejamos que al fin entraríamos a la universidad, cosa que siempre creímos imposible por nuestras pésimas calificaciones, en especial las mías.

Ese día había ido a la plaza comercial antes de entrar a clases, necesitaba comprar mis materiales para la escuela, y también necesitaba mi mochila, así como entre otros útiles. Mis padres no me vieron salir de la casa ya que ni siquiera pude dormir en toda la noche y salí en la madrugada, antes de que mi padre se despertara para ir a trabajar.

Vi una tienda en la que vendían útiles escolares y papelería así que decidí entrar, en el primer pasillo encontré las mochilas y tomé una de color azul casi negro con decoración dorada, su precio era muy económico: $79 pesos mexicanos. Encontré el apartado de cuadernos, tomé dos y me dirigí a la caja para pagar las cosas.

Salí de la tienda, justo al lado había una nevería y me compré un helado simple.
Mientras caminaba por el lugar vi un reloj el cual marcaba las dos con cinco, mi hora de entrada era a las dos de la tarde.

Así que salí corriendo del centro comercial, me subí a mi carro recién comprado, tenía una semana con él, era un modelo clásico: Un MG MGB Roadster del años 1962, una belleza.

En cuánto llegué a la escuela me estacioné y corrí lo más rápido que pude para llegar, en la entrada había un letrero que gritaba:"¡¡Universidad de la Cierra 37!!". Los pasillos estaban completamente vacíos a excepción del cuarto de limpieza, ahí se encontraba el conserje descansando.

Entré al salón sigilosamente mientras el profesor se acomodaba en su escritorio, recién había llegado. Ni siquiera me notó cuando entré pues fui súper sigiloso, además no tendría razón para regañarme, no llegué tan tarde.

La extraña Chica de cubrebocas Azul ©Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz