7/8/9/10 de septiembre de 2023.

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Estos días no eh escrito mucho. No tuve la cabeza para hacerlo. En cambio, todos mis pensamientos estaban concentrados en lo que todos solemos hacer alguna vez: como cambiar el mundo. En concreto mi país. Hace unos días estuve viendo que en el sur de mi país se está construyendo un tren de 1500 kilometros de largo. Eso es fantástico porque trenes de pasajeros no tenemos. Siempre tuve en mente viajar a Japón, china, España para subirme en sus trenes de alta velocidad y viajar de ciudad a ciudad en el lapso de un par de horas. Ahora tendremos algo parecido en mi país, sin la necesidad de gastar la millonada que me costaría viajar a esos países. Eso me llevo a fantasear como se podría llevar los trenes de pasajeros a cada ciudad de la república. Una de mis ideas era hacer que el acero de producción nacional se hiciera a partir de acero reciclado de autos desguazados. Para los que comprarán ese acero, se le devolvería el IVA; también haría que, en el sector inmobiliario, a los que comparan departamentos se les devolviera el IVA. Asi la demanda de acero aumentaría, porque un rascacielos, necesita acero sobre otra cosa. La demanda de acero reciclado aumentaría haciendo que más y más autos fueran desguazados, hasta que los autos usados aumenten tanto de precio que los autos nuevos fueran más baratos, lo que aumentaría la demanda, nada comparado cuando por ley se construyeran trenes de pasajeros que cruzaran por cada ciudad, aumentando más la demanda de acero y, sobre todo, el número de personas que necesitan de transporte, pues a menos caros en las calles, más pasajeros por satisfacer. Las aplicaciones como Uber tendría tantos clientes, que los impuestos recaudados se usaran exclusivamente para infraestructura como tranvías, metros, monorriel, trolebuses, lo que sirva de opción al auto, y la gente prefiera esos servicios a tener un auto que solo demandaría gasolina; gasolina que dejaría de consumirse, y se podría exportar, aumentando los ingresos de la nación para invertir en puertos de gran calado, aeropuertos de gran capacidad, eh incluso en trenes de alta velocidad como los de china que corren a 350 kilometros por hora.

Como ven, siempre solemos llenar nuestras cabezas con ideas de como cambiar al mundo, pero nunca de como cambiarnos a nosotros mismos.

Llegue a esa conclusión cuando me tope con una frase de Tolstoi que encarnada precisamente esa idea.

Diario de JacoboTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang