Daisy estaba en la cocina, rellenando una bandeja de unas galletas de jengibre que había hecho para todos cuando sintió a alguien junto a ella.

—Hola —dijo una voz masculina y cuando Daisy se volvió, se topó con el padre de su amado.

Rápidamente, Daisy dejó lo que estaba haciendo y se enfocó en el hombre. Hazel había sacado algunas cosas de su padre, como aquellos cálidos ojos café y claro, la gran altura. Los cuatro hombres Wooderson eran altos, pero Hazel parecía ser el más alto de todos y era el que más se parecía a su padre.

—Hola señor Wooderson —saludó Daisy siendo cordial, puesto que a pesar de sus problemas con Hazel, Daisy no tenía problema alguno con él.

—Allen, por favor —comentó el padre de su amado acercándose y correspondiéndole la sonrisa.

—De acuerdo, Allen —arregló Daisy sin dejar de sonreír.

El padre de su amado asintió, complacido por el cambio, pero Daisy no podía tutearlo de esa forma, así que la próxima vez le agregaría el título de Señor para más respeto.

—El día de la pelea con Hazel fui un poco grosero con él y dije algunas cosas feas —comenzó a decir el señor Allen desviando la mirada hacia la puerta trasera de la cabaña—. Cosas de las que me arrepiento todavía a pesar de que la situación entre nosotros mejoró esta noche —murmuró haciendo una mueca.

Daisy se quedó callada, pues no quería hacer un comentario de mal gusto, pero ella que había sido la que encontró a Hazel después de la pelea, le había roto el corazón al verlo tan triste y perdido. El padre de su amado había actuado mal y debió de ser un poco más complaciente con él, puesto que Hazel se lo merecía.

—Me he acercado a ti porque quiero agradecerte por todo, Daisy —continuó el hombre mirándola sonriente y viéndola orgullosa—. Sé que entre Rowan y tú fueron quienes armaron esto y que lograron que esta oportunidad se diera para nosotros —comentó y prosiguió—. Sé que actué muy mal con Hazel, que fui muy estricto con él y eso nunca me lo voy a perdonar mientras siga viviendo, y es por eso que te quiero agradecer —el padre de su amado soltó un largo suspiro—. Creo que el que Hazel te conociera fue lo que hizo que se decidiera pelear contra el destino que se le había estado imponiendo y estoy en verdad muy feliz de que hayas llegado a su vida —terminó diciendo y Daisy se ruborizo.

Esta noche había sido muy halagada por ello y se sentía un poco avergonzada. No había hecho nada, solo estar al lado de Hazel y ser su apoyo cuando este lo necesitó, puesto que Hazel también era el suyo. Además, siempre hacías todo lo que estuviera en tus manos por la persona que amabas y Daisy quería seguir haciéndolo.

—No hay de qué, señor Allen —murmuró Daisy.

El padre de Hazel asintió.

—La pelea me hizo darme cuenta de que le estaba cortando las alas a mi propio hijo y que este no era feliz —continuó bajando la mirada, pero luego la alzó para verse más feliz todavía—. Verlo esta noche tan alegre y enamorado me hizo pensar en aquella vez cuando caí por Mónica, estar enamorado es una sensación gratificante y me alegro mucho de que Hazel haya conocido a una persona maravillosa —dijo haciendo que Daisy se tornará más nerviosa ante los halagos. ¿Era tan maravillosa? Siempre se había sentido torpe, sin embargo, admitió que desde que conoció a Hazel había pensado un poco mejor de ella y esto le había hecho amarse más a sí misma.

—Gracias, señor Allen.

El señor Allen soltó una carcajada y se acercó a ella. Como era tan alto, Daisy tuvo que echar el cuello muy hacia atrás como cada vez que estaba con Hazel. Iba a sufrir del cuello por su novio, los hermanos y amigos de este, y claro, ahora su padre.

🍂 Falling🍂[Four Seasons #3] - [COMPLETA]Where stories live. Discover now