☽ • 𝐂𝐎𝐎𝐊𝐈𝐄𝐒 || 𝐑𝐈𝐕𝐀𝐑𝐈 𝐀𝐔 • ☾

🍪; 𝟎𝟎:𝟎𝟑

Ari suspiro con alivió a la hora de entregar su último examen, estaba segura de que la había ido bién así que salió con una enorme sonrisa, trás ella iban sus mejores amigos, aún comentando sobre el reciente examen.

- ¿Cómo te fue, Ari?

- Osvaldo, hola - lo saludo con normalidad, poniendo su mirada al frente mientras caminaba - me fué muy bien, como siempre- se encogió se hombros con obviedad, esbozando una sonrisa egocéntrica.

- Hey, un poco de humildad no te mataría - dijo juan a su derecha.

Osvaldo rió ante el comentario.

- Esperó verte durante las vacaciones, Ari - se sonrojo, esperando escuchar lo mismo por parte de la más baja, mirandola con ojos brillantes llenos de un toqué de admiración.

- Eh, si, claro - sonrió de manera incómoda- apartó de nuevo la mirada.

- ¡Genial! Debo irme, nos vemos - se despidió con la mano y se fue a la salida.

Ari suspiró con alivió, no le gustaba cuando chicos llegaban hacía ella y le hablaban de esa manera en la que se notaba que querían algo más con ella, la irritaba, aunque Osvaldo le parecía muy dulce y se notaba que no era igual a los demás hipócritas, pero no podía evitar sentirse de esa manera, ni podía corresponderte.

- ¡Miren, es la chica de las galletasn! - exclamó Juan al ver a la pequeña castaña fuera de su universidad.

Sam se puso de puntitas, tratando de ver a su hermano entre la multitud de personas que iban saliendo, dejando a la vista su rostro confundido al no encontrarlo. Juan y Filis lo notaron, pero cuando Ari levantó la cabeza, Osvaldo y Sam ya se estaban alejando.

- ¿Qué? ¿tú también? - preguntó extrañada, Ari, tratando de verla, pero sólo logró ver su espalda.

- ¿No la conocés?

- No, solo la vi una vez, no sabía que le decían así ¿Y qué hacé aquí de todas formas? - frunció el ceño

- Dios, Abril, eres muy lenta - filis rodó los ojos- somos vecinos de Osvaldo desde hacé unos años ¿no sabías que son hermanos?

- No salgo a conocer a mis vecinos- se encogió de hombros con indiferencia - No me interesa, ni siquiera sabía que Osvaldo también era nuestro vecino.

- Con razón no la conocés - murmuro el mayor de todos - como sea, vamos a tu casa, tengo hambre y mucho sueño, de seguro tu madre dejó algo muy bueno para almorzar.

Ari ignoró lo que el pelinegro le decía, y miró por donde sus vecinos se habían ido, no sabía por qué de repente "la chica de las galletas" le daba curiosidad.

- ¡Hola! ¿Quisieras comprar una de mis galletas? -

Otra vez la misma chica, sonriendo de la misma manera, balanceádose sobre sus pies. La inspeccióno un poco para recordar si alguna vez la había Visto, pero nada apareció en su cabeza.

- No, a la próxima - respondió con sequedad

- ¿De verdad me vas a comprar a la próxima? -

- Mira, no quiero galletas hoy, ¿si?- se escuchó aburrida y un poco irritada.
Sam hizo un puchero involuntario, era la segunda vez que esa misma chica le nagaba comprar sus galletas, además que parecía tener un aura muy oscura a su alrededor.

- Oye, Ari ¿en dónde escondiste los chocolates de tu madre? - apareció filis trás la mencionada - ¡Oh! ¡La chica de las galletas! - sonrió ampliamente, apartando de manera brusca a Ari que salió casí volando a un lado - quiero cinco.

- ¡Hola! - Sam sonrió también - ¿de cuáles quieres?

Filis lo pensó, amaba esas galletas, incluso pensaba que les ponía algún químico adictivo que lo hacían querer más y más, pero no le importaba, solo quería comerlas.

- Mejor Dame una de cada una... - lo pensó un momento hasta que asintió Seguro  - ¡Juan, ven aquí! -

El más bajo apareció rápidamente ante el llamado del más alto

- ¡La chica de las galletas!

Ari rodó los ojos, ¿por qué tanto escándalo? Solo eran galletas, ni siquiera eran tan bonitas, no eran la gran cosa, no entendía porque sus amigos estaban tan maravillados.

Minutos después, Sam les entregó todo lo que habían comprado y se sintió enormemente feliz al darse cuenta de que casi había vendido todo.

- ¿No vas a comprar, aunque sea una, Ari? Para tu madre o para mi - sonrió ampliamente ante su propia idea, pestañeando varías veces con la intención de convencerla.

- No, dejen de hacer escándalo, ya tienen sus tontas y feas galletas - miró las galletas de manera despectiva, causando que Sam se desanimara un poco - y quita esa cara, ya tienes dieciocho.

- amargada - murmuró filis al ver a su mejor amiga irse de ahí - Muchas gracias, Samy, nos vemos otro día - le sonrió de manera dulce.

- Gracias a ustedes, ¡que tengan un buen día!

Sam miró las galletas que le quedaban. para ella, eran galletas lindas, se había esforzado en decorarlas y aunque no era una total artista, sabía que no se veía tan mal, hizo un puchero y camino hacia su casa, ya solo le quedaban un par y se sentía un poco cansada.

Entró a su hogar y dejó todo su dinero sobre la mase como siempre hacía, subió a su habitación y se tiró en su suave cama, otro día había terminado, y estaba feliz porque sus vecinos eran muy amables con ella, a excepción de la tal Ari que la miraba mal sin razón en específico, no le había dado razones; no la conocía, quería pensar que quizás tuvo un mal día, así que se le ocurrió hacer algo por ella, un pequeño detalle que haría que sus ánimos mejorarán al menos eso esperaba - y tal vez, ser una nueva cliente.

Otro cap más, que es esto? Como es que yo e actualizado tan seguido, x  sjsjsjsj

Lo siento si hay algún error, recuerden es una adaptación de un fanfic GAY osea de chicos por lo que sí en algún momento llega a aver un "el" en vez de "ella" perdónenme

Abrazo virtual 🫂