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Reias como lunatica hasta que sentís un golpe en la cabeza.

-Mal perdedor- reclamaste la actividad de Byu. -Siempre pierdes en eso... al parecer ahora soy yo quién es la maestra-

-Suerte de principiante- volvia acomodarse en el tapete que estaba en el suelo. -Bien... comienza-

Tomabas los dados. -Que apostaremos... sabes que Tán-tie es así tío Byu- seguias moviendo los dados en tus manos.

-Niña estafadora- puso una moneda de plata sobre el tablero. -Contenta- arco una ceja.

-¡Tu puedes papá!- le daba animos su Nyu con las ramas que tenia en las manos. -¡Tu puedes!-

-Em... ¿deberas les parece interesante jugar ese juego? Me aburrido- bufo el de cabellos castaño.

-Tan simple es como beber agua.. es un juego que necesita pensar y tu no piensas ni en dónde estas parado- contestaste lanzando los dados. -¡¡Jajaja!!- tomaste las monedas de plata para presumirlas en la cara de Byu.

-Niña rata mejor no volveré a jugar contigo- como el mayor tenía las piernas cruzadas sovre el suelo, poso sus manos sobre sus rodillas para inclinarse hacia ti. -Hiciste trampa, pero lo dejare pasar ya que es tu cumpleaños-

-Mal perdedor- reiste con el ego muy alto por la suerte que tenías.

Te levantaste sacudiendo tus prendas, ambos hermanos querían aprender a jugar y era por eso que te fuiste sacudiendo una bolsita hecha de tela la cuál estaban todas las monedas que ganaste en aquel juego.

Estabas dispuesta ir al pequeño palacio de Ying Zheng cuando escuchaste unos gritos de personas, todas ellas formaban un círculo y en medio dos hombres peleando, caminaste entre la gente para ver de que se trataba aquello. Habia sangre en el piso y el rostro de los hombres rasgado y moreteado, algo de su sangre salpico en tus sandalias de madera.

Una sensación sentías en el pecho, era la segunda vez que veía a una pelea así de violenta eso te hacia sentir un estremecimiento en la espalda haciendo los tus bellos de los brazos se pusieran de gallina apretaste las manos con los ojos brillantes esperando quién iba hacer el ganador, de repente también estabas apoyando la pelea diciendo "¡pelea, pelea!" Repentinas veces, algunas mujeres detrás tuyo susurraban lo que pudo haber ocasionada el conflicto.

-No se muy bien los detalles, pero la situación esta así- hizo una pausa tomando algo de aire. -Supuestamente el hombre ese hombre robo la virginidad de su hija menor cuando ella salio de su hogar a comprar unos deberes en plena mañana-

-Hay no que horror, pobre chica- exclamó poniéndose una mano en su pecho. -Me pregunto como harán ahora para comprometerla si no es pura-

Cierto, conocias a ambos hombres no muy lejos dónde vivían, al parecer el violador quiso casarse con la menor de tres hermanas y el padre lo rechazó repentinas veces al todavía no tener la edad para que ella se casara. Ya no te hacía sentir bien aquel conflicto y era por eso que te fuiste, recordaste un par de veces que la viste era tres años mayor, ni siquiera habia cumplido dos doce por lo que te puso muy triste saber de eso.

-¡_____!- alguien grito tu nombre atrás tuyo y por eso volteaste para ver quién era.

-Chun-yan...- dijistd desgastada, no te agradaba aunque resulto ser una buena cuidadora para Zheng.

Trataste de evitarla, pero fue rápida logrando quedar enfrente tuyo sonreiste de lado con un Tik tik en el ojos.

-Tu eres muy amiga de Zheng, bueno creo que eres la única ¿sabes leer?- la mayor lo decía en un tono rápido, al parecer necesitaba algo urgente.

La promesa (Qin shi huang x__)Where stories live. Discover now