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🛫 «Bien cena, quien bien trabaja» 🛫

La semana antes del lanzamiento transcurre tan rápido que en lugar de días, parecieran sólo unas cuantas horas. La publicidad está terminada, los mensajes se ajustan para encajar en el medio por el que serán divulgados y entre sus respectivas tareas, Jihyo y Luhan se ocupan también de organizar el evento de pre-lanzamiento: una barra de especialidad.

Siguiendo el concepto minimalista de la misma, la idea es montar un espacio donde atraer al público y presentar los beneficios de la leche de avena en la preparación y exhibición de arte latte a cargo de un barista profesional, aprovechando la ocasión para reafirmar la identidad de marca y analizar las opiniones del consumidor con respecto al producto.

—¿Todo está listo para mañana? —cuestiona Taeyeon la tarde del viernes—. ¿El lugar? ¿Los insumos? ¿El barista?

Ambos asienten con la cabeza, Jihyo le muestra las fotografías de la cafetería y el ciervo menciona el horario que han establecido para el evento. No pueden estar seguros de que los ingredientes vayan a ser suficientes, pero Luhan se presentará primero para supervisar las provisiones. Sobre el profesional contratado, no debería haber problemas con la agenda.

—Bien, entonces vayan a casa y descansen lo más que puedan. Mañana será un día pesado y no pueden quedar mal, no olviden que están representando a la agencia.

La mirada que le dedica, como recordándole el fiasco del contrato que arruinó cuando se le dio la oportunidad, hace que Luhan se ruborice y desvíe la mirada, súbitamente avergonzado.

Taeyeon se retira y una vez acaban con lo que hacían antes de su aparición, los dos a cargo del proyecto recogen sus cosas y se disponen a ir a casa. Jihyo le recuerda que no podrá ir al lugar hasta pasado el mediodía, pues con el fin de dar a conocer el evento y el producto, ha contactado con una influencer y una de las condiciones para que asistiera fue que debía recogerla al finalizar la sesión de modelaje ya pactada.

—Vale, no hay problema. Los chicos de redes sociales y los internos que se ofrecieron a ayudarnos deberían bastar para que montemos el escenario. Suerte con la estrella.

—Gracias, la necesitaré —suspira ella.

Se despiden en el lobby, Luhan no ve el momento de llegar a casa y tumbarse en la cama, sobre todo cuando el autobús va tan lleno que es imposible agarrar asiento. Baekhyun no está en el piso, pero eso ya no es novedad. Hace un par de semanas que su marca organiza el desfile de temporada y así como a él, los preparativos le han estado volviendo loco.

Toma un baño de tina, cada músculo de su cuerpo agradeciendo el alivio que el agua tibia y las sales provocan. No se da cuenta de que se está quedando dormido hasta que el teléfono sobre la barra comienza a vibrar y la música en sus auriculares se interrumpe, anunciando una llamada.

¿Ocupado? —pregunta Sehun, al otro lado de la línea.

—Nop, es la primera vez en toda la semana que no tengo algo que hacer o en qué pensar —Luhan sonríe.

Al menos hasta mañana.

—Tenías que arruinarlo —se queja el ciervo y lo escucha reír—. Ya sé, mi jefe es un tirano, no se cansa de explotarnos y ni un bono nos da.

Deberías demandarlo o convocar a una huelga.

Sehun le sigue el juego como si el tirano del que hablan no fuera él mismo; debe agradarle que el ciervo tenga la confianza para bromear así o tal vez, está demasiado seguro de no ser un mal jefe que no le importa despotricar un rato en su contra. Y es que en honor a la verdad, Oh es un CEO increíble.

¿Puedes guardar un secreto? || HunHan ✔Where stories live. Discover now