𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔 𝑫𝒆 𝑹𝒐𝒄𝒌 [Izuku x Jirou]

Epílogo

En una casa bastante grande se encontraba corriendo una niña pequeña de unos 5 años.

Con euforia estaba buscando algo.

Se metió en una habitación y soltó un grito de alegría, había encontrado lo que tanto buscaba.

Al salir del cuarto, la niña yacia con un bajo entre sus pequeños brazos, costandole bastante el transporte del instrumento.

La pequeña corría por todos lados de la casa con el gran objeto hasta llegar al sillón.

Apoyó el bajo en el y con esfuerzo se subió y se sentó en el mueble. Tomando nuevamente el objeto entre sus brazos para intentar tocarlo.

Con suavidad y delicadeza tocaba las cuerdas demostrando paciencia y talento.

Parecía que sabía lo que hacía, haciéndolo sonar como una artista las notas salían del instrumento.

Los ruidos del instrumento llamaron la atención de una señorita mayor, quien bajó las escaleras al notar el ruido que ocurría en la sala.

- Seiseki ¿que haces? -

Preguntó la señora observándola tocar tan apasionadamente y tranquila en el sillón.

- Oh! Nana-Mika -

Dijo tranquilamente la pequeña sin sacarle la vista al instrumento.

- Hola querida. ¿Que haces? -

Dijo la señorita Mika mientras le pasaba una mano acariciándole la mejilla llena de pecas a la enana.

- Vi esto en la habitación de mamá y me llamó la atención. -

Seiseki soltó una sonrisa mientras utilizaba su quirk para tocar con mejor habilidad.

Su don consistía en el poder de poder cambiar de lugar sus dedos entrelazandolos y cambiandolos de lugar. Siendo algo que le daba una habilidad increíble con lo que involucra sus dedos, y eso introducía a los instrumentos.

Un talento innato en el ambiente de la música junto a una pasión incontrolable al utilizar un instrumento.

- Desde cuándo sabes tocar el bajo? -

La chica la miró confundida y extrañada por tal comentario.

- Hay una forma de tocar? Yo solo ando tocando cosas al azar. -

Una mirada que denotaba inocencia por las acciones que estaba haciendo con el objeto se posó en los ojos de Mika. Quien no pudo controlar soltar una pequeña risa.

- Me recuerdas a tu madre. -

Dijo pasándole una mano por su pelo morado, suave y rizado.

La pequeña solo pudo sonreír al sentir las caricias de su abuela.

Mientras sucedia esa escena, el sonido de la puerta abriéndose se hizo presente, junto a varios pasos de dos personas charlando.