– ¿Preparando el antojo de Nat? – Escuchó la voz de Steve sentándose a su lado

– Justo eso – Sonrió moviendo un poco más el bowl con dos bolsas de chips sumada la sal y la pimienta

– ¿Puedo? – Preguntó con curiosidad estirando la mano al bowl

– Bueno – Se encogió de hombros – Pero no creo que te gusten – Arrugó la nariz viéndolo probar

– Tienes razón – Empezó a toser – ¿No tiene demasiada pimienta? – Tomó agua para recuperarse ante la risa de Wanda

– Así le gustan... – Se encogió de hombros – Felizmente no le han prohibido nada por el embarazo

– Felizmente – Rio con suavidad

– Bueno... le llevaré esta cosa, un gusto verte casi morir por algo que Natasha se come con mucho gusto – Dijo entre pequeñas risas y se dirigió corriendo a la habitación

Natasha vio a Wanda entrar con su bowl de chips, aplaudió contenta medio sentándose en la cama.

– Aquí está

– Gracias, malysh – Sonrió empezando a comer las papas

Verla contenta y tranquila mientras comía algo que deseaba era precioso, podía verla por horas, ahora que el bebé se movía cada vez más, se sentía tan cercana a Natasha de algún modo, ahora pasaban casi todas las noches juntas, pues el bebé sólo se movía de noche y Wanda quería estar ahí para sentirlo, también ayudar a Natasha cuando se despertaba por si necesitaba algo.

– ¿Quisieras algo de beber? – Ofreció recostándose en la cama cerca del bebé

– Quiero una soda... – Afirmó con una sonrisa

– Nat... – Se acercó a su rostro – Limitamos la soda a tres veces a la semana y ayer ya tomaste

– Pero a mí no me han prohibido nada...

– No, Nat, pero debes de pensar en el bebé y tu mismo estómago, no vas a comer chips con sal y pimienta para encima tomar soda... – Acarició su mejilla – Déjame prepararte un jugo o un batido de lo que tú quieras – Besó su sien

– Quiero soda – Volteó a verla

– No seas berrinchuda... acordamos bajarle al azúcar y los carbohidratos un poco ¿O no?

– Es que necesito mi soda... – Insistió

– ¿Sabes? – Suspiró levantándose de la cama – Me haces ceder demasiado fácil – Salió de la habitación y a los minutos volvió con la soda que le pedía Natasha

Wanda sonrió dándole lo que pedía, volvió a recostarse al lado del bebé y le dejó besos.

– ¿Ves cómo me trata tu mamá? – Susurró – Tú no vas a ser así conmigo ¿Verdad?

– No le hables así al bebé... – Natasha rio con ligereza

– Nat...

– ¿Quieres? – La interrumpió ofreciéndole una papa

– Gracias – Se apoyó en los brazos y tomó la papa con su boca, fingió comerla con gusto – ¿Me das soda?

– Claro – Sonrió inclinando la lata en sus labios

– Gracias – Volvió a su lugar cerca del bebé

Wanda acarició su vientre mientras esperaba que Natasha termine de comer, se sentía emocionada, revitalizada, su bebé estaba a menos de nacer y era lo más importante de su vida ahora.

Betrayed | ScarletWidowWhere stories live. Discover now