Todo final es un nuevo comienzo

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Reena Inverse
Ya habían transcurrido seis meses desde que derrotamos a Ruby Eye Shabranigudu, uno de los Reyes Demonios de mayor rango y poder.
Así, de un modo u otro, y aunque no quisiéramos, parecía que había llegado el momento de las despedidas.

Después de varios años viajando juntos y enfrentándonos a innumerables peligros, Ameria, Zelgadiss, Gaudy y yo nos separaríamos por tiempo indeterminado. Aún me costaba asimilar esa realidad y, quizá en lo más hondo de mi corazón, ansiaba la llegada de una nueva aventura que nos mantuviera unidos.

Gaudy y yo sí seguiríamos juntos, pues aún teníamos pendiente encontrarle una espada nueva. Y además, ¿a quién íbamos a engañar? Ninguno de los dos quería que nos separásemos. Saber que tendría a Gaudy a mi lado durante mucho tiempo, me alegraba enormemente.

El primero en abandonar el grupo iba a ser Zelgadiss. Ya lo había manifestado hacía varios días atrás y, la verdad, a ninguno nos impresionó, aunque para Ameria debió de resultar doloroso.

Zelgadiss tenía sus propios asuntos que resolver. Asuntos que siempre fueron su prioridad a pesar de que, de algún modo, siempre se viera envuelto en nuestras aventuras. Poniéndome en la piel de Zelgadiss comprendía perfectamente sus motivaciones.

Así aquella mañana me desperté más pronto de lo habitual, salí de mi habitación y recorrí el largo pasillo de la posada en la que estábamos alojados hasta que me detuve delante de la puerta del hombre.

-Zel, soy yo -dije después de golpear un par de veces la puerta con mis nudillos.

Zelgadiss Graywords
Estaba frente al espejo terminando de ajustar mi capa blanca cuando escuché la voz de Reena al otro lado de la puerta.

No quería despedidas, no quería ver caras marcadas por la tristeza. Sentía que no había ningún motivo para ello y esa era la razón por la que había decidido levantarme temprano.

Era mi decisión, mi deseo y mi propósito seguir mi propio camino lejos del grupo. Y era mi único objetivo encontrar una cura a mi propio cuerpo. Ya no podía seguir siendo la quimera en la que Rezo me convirtió. Necesitaba volver a ser humano y volver a tener una vida de verdad.

Las palabras de mi bisabuelo Rezo donde me reveló que no había ninguna cura para mí revolotearon por mi mente. Estaba dispuesto a demostrar que Rezo había mentido o que, como mínimo, se había equivocado. Aunque fuera un gran hechicero, estos también se equivocan.

Sí tenía que haber una cura para mí.

Aún mirándome al espejo, el cual me devolvía el reflejo de un hombre de 25 años, de piel azulada y cabellos plateados, apreté mis manos en forma de puño. Intentaba así canalizar el odio que aún me despertaba Rezo y el odio que sentía también hacía mí mismo, hacia mi apariencia.

-Puedes pasar, Reena.

Reena Inverse
Nada más que escuché la voz de Zelgadiss desde el otro lado de la puerta abrí esta y entré en su dormitorio.

Cerré la puerta tras de mí y avancé unos pasos hacia él. En aquel instante ni siquiera sabía qué decirle, quizá nos conocíamos tanto que ya estaba todo dicho.

-Aún confiaba en que cambiaras de opinión, Zel.

Fue lo único que murmuré. Mis palabras no le detendrían, nada le detendría, pero necesitaba que entendiera que no tenía que hacer esto él solo.

Zelgadiss Graywords
Aparté mi mirada del reflejo que me devolvía el espejo y me giré hacia Reena.

-¿Aún no me conoces lo suficiente como para guardar la esperanza de que pudiera cambiar de opinión?

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⏰ Last updated: Sep 13, 2023 ⏰

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Slayers: El renacimiento de AbismoWhere stories live. Discover now