Una niña de 5 años no pensaba en cuánto dinero tenía, ni en como ganarlo ni entendía como se perdía, ella solo preguntaba si podría tener un nuevo juguete y solo sabía esperar hasta tenerlo, de vez en cuando la respuesta que recibía es que era algo era muy caro, pero a ella no le cabía en su cabecita qué significaba eso, esa palabraa solo le recordaba a su prima Carolina pero no creía que ella tuviera la culpa.
Se cree que no entendía el mundo por ser tan pequeña pero yo creo que entendía más que una propia narradora, comprendía otro mundo, no el que se mueve con dinero y el que se destruye con el mismo, ella entendía al mundo que existía era para ser feliz.
Lo único que importaba era ese brillito, la hacía popular esa fresa que todos tenían y que me recordó de una vez que yo lo perdí en un taxi; ese brillo marcó a la infancia de muchas porque no era costoso pero para nosotras de 5 años era lo más valioso que teníamos.
Esa niña le sonreía al metro, no podía expresarse con palabras entonces trataba de descifrar su mirada, esa mirada inocente, esa mirada de esperanza, la pequeña niña de la que no supe el nombre con las dos trencitas le daba alegría a todos y le sonreía a cada chica linda que veía, no sabía si tenía aspiraciones en la vida ni qué le pasaría ni cómo era su familia pero ese día Julieta se vio reflejada en ella, no eran conocidas pero eran humanas y las dos en algún momento tuvieran el mismo brillo.
DU LÄSER
Fresas pintadas de Amarillo
NovellerRelatos cortos unidos por fresas y unas cuantas manchas de amarillo. El mundo esta conectado entre si y cuando mas lejos te sientas mas cerca estarás, por eso Julieta nuestra protagonista nos conectara con sus alrededores y con ella misma.
