CHANGE OF PLANS┃𝐇𝐘𝐔𝐍𝐇𝐎

10 | Atención

El rubio mantenía su mano en la manija de la puerta, mientras la otra descansaba en su bolsillo, tratando de transmitir una falsa tranquilidad.

Pero claramente estaba hecho un lío de nervios por dentro.

—¿Por qué no huyes, Hyunjin? No te estoy sosteniendo, ni siquiera necesitas quitarme de encima tuyo. —Minho ladeo la cabeza, con una sonrisa burlona.

—No necesito huir de alguien como tú. —Bufó Hyunjin.

—¿Entonces te puedo besar? —preguntó el mayor, su mirada bajando a los labios del chico.

—No.

—¿Por qué?

—Porque no, Minho.

El peliazul suspiró y asintió, demostrándole que entendía.

—Está bien, supongo que necesitas tiempo.
—Sonrío antes de apartarse, caminando en dirección a las mesas para comenzar a recoger los materiales de estas.

Hyunjin lo observó unos segundos, dando un hondo respiro antes de abrir la puerta.

—Pero tienes que aceptar algo, Hyunjin. —Llamó su atención el peliazul, sin siquiera mirarlo—. Esto solo puede terminar de una manera.

Entonces la mirada de Minho lo buscó, conectando con la suya de manera traviesa.

—Eres muy optimista. —murmuró el rubio.

—Solo confío en mis habilidades. —Le sonrió Minho traviesamente—. Siempre caen.

—Tal vez porque a ellas les hablas bonito. —Hyunjin arrugó la nariz.

—¿Quieres que te hable bonito? —Minho arqueó una ceja.

Y el rubio rodó los ojos.

—Quiero que me dejes en paz.

—No mientas. —Minho dijo con gracia—. Te gusta mi atención. —Le sonrió.

Y Hyunjin prefirió ignorarlo por el resto del castigo.

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—¿Y Ryujin?

El peliazul miró confundido a Yeji, que se había acercado a él apenas cruzó las puertas del teatro.

—No pudo venir hoy.

La chica no se molestó en disimular su decepción, irritando al más alto.

—¿Qué te traes con ella? —preguntó Minho dandole un leve empujón.

—¿Uh?

—Sé que a ella le gusta acompañarme a los ensayos para verte a ti. —Él murmuró con una fingida molestia.

Yeji lo miró con sorpresa, sin poder controlar una sonrisa emocionada al escuchar aquello.

—¿Hablas en serio?

—No te emociones, necesitarás demasiado para que yo te apruebe.

—¿Aprobarme?

—Sé que un angelito no eres, y tú sabes que te puedo afeitar la cabeza si le haces algo. —La amenazó tomando un mechón de su cabello entre sus dedos.

La chica rió.

—Nunca podré asimilar que siendo tan idiota tengas un par de neuronas dedicadas a protegerla.

—Silencio. —El muchacho le dió un leve jalón al mechon de cabello.

Yeji volvió a reír.

—Aunque estar detrás de la mejor amiga de tu ex novio es muy bajo, ¿No crees? —dijo Minho con un tono ofendido.