Latidos que no dije /HYUNIN

capitulo 2

Hyunjin no lo entendía. Si no estaba muerto, ¿que era todo aquello? ¿había...viajado en el tiempo? ¿o quizá toda su vida asquerosa y solitaria había sido todo un sueño?

Se sentía extraño y confundido.

De todas formas, se vistió y tomó el autobús hasta su universidad. Todo estaba justo cómo lo recordaba.

Subió al tercer de aquel edificio donde solía tomar clases y los pasillos vacíos le dieron la bienvenida. Era temprano por lo que aún no había tantas personas.

Hyunjin comenzó a caminar, notando a través de las puertas cerradas a un par de alumnos en cada salón. Algunos durmiendo, otros desayunando, haciendo alguna tarea, etc.

Al estar por pasar por el único salón que tenía la puerta abierta se detuvo de forma abrupta, escuchando la voz más hermosa del mundo. Una voz que creyó olvidar en sus recuerdos.

Cómo un perfecto Déjà Vu, caminó a paso lento hasta el marco del salón, asomándose dentro.

Había un chico.

Está concentrado escribiendo algo en su cuaderno. Tiene puestos unos audífonos con stickers de animales marinos y está cantando "So this is love" de Ilene Woods.

Su camisa de mezclilla está perfectamente lisa y el sol de las ocho de la mañana está sobre él, iluminandolo cómo si le dijera a Hyunjin "el mayor tesoro. Justo aquí"

Él lo es.

No sólo es el chico más lindo que Hyunjin vio. Las emociones regresan tan vivas y nuevas cómo la primera vez. Aquel chico hace que su estómago se apriete con un cosquilleo y que su pecho luche por mantener dentro a su corazón quien pareciera desesperadamente querer salir.

A Hyunjin también le gustan los animales marinos, también le gusta el libro que sale ligeramente de la mochila del chico, reconociendo la portada de Orgullo y Prejuicio.

El Hyunjin de hace 23 años, se había quedado parado cómo un idiota antes de ser un cobarde y retroceder. Ahora mismo, tiene una nueva oportunidad.

Otro intento.

Hyunjin abrió sus ojos. Si esto era real, sí volvió a este punto, podía hacer las cosas diferentes, ¿no es así?

Se miró los antebrazos, confirmando que no había marcas de suicidio en ellos. Una nueva oportunidad.

Con la adrenalina corriendo por su cuerpo, se aferró bien la correa de su mochila al hombro y dio un paso decidido, entrando al salón vacío a excepción del chico bonito.

—Tienes una voz muy bonita.

El chico pareció notar su presencia y le miró, con ojos grandes y la boca ligeramente entre abierta por la sorpresa. Movió un auricular.

—Perdón, ¿dijiste algo?—preguntó, ladeando suavemente la cabeza.

Hyunjin tomó el banco frente a él y se sentó, acomodándose en el mismo pupitre frente a él.

—Dije que tienes una voz preciosa.—le sonrió.

—Oh...yo...gracias—le dio una pequeña sonrisa.

—Soy Hyunjin—se presentó—Hwang Hyunjin.

—Yang Jeongin.

—¿Podrías...podrías cantar un poco más?—pidió, inclinándose sobre el pupitre.

—¿Uh?—Jeongin le miró desconcertado por la repentina petición—pues...

—Por favor, es el primer día de escuela y pinta para ser flojo y aburrido—se deslizó por el pupitre mirándole con los mejores ojos de cachorro que pudo—de verdad pienso que tu voz es maravillosa, cómo...angelical, muy muy bonita...