"Ojos"

69 28 56
                                    

-Capitulo 4-
Venus

En cuanto subí al autobús, mis manos se desataron en un terrible temblor, sé que Moira se había dado cuenta, pero aun así fingí que lo que había visto no me daba miedo. Sabía que mis ojos de vez en cuando podía ver sombras o cosas que no podían ver otras personas, pero hoy, hoy no había visto solo una sombra había podido distinguir un enorme sapo verde, enorme, de medio metro de ancho y medio de alto, de su boca salía una gran lengua rosada y ...

-¿Estás bien?

Unos enormes ojos, unos horribles ojos, decoraban todo su lomo y parte de su cabeza ¿Me miró? Sé que lo hizo, me miró con todos su ojos, me miró, me miró ¿Se metió dentro de Dalí? ¿Qué le estaba haciendo? ¿Era él quien estaba causando esa mirada distante en ella?

-¡Ey! -Mire asustada a quien me hablaba- ¿No me escuchabas? Te pregunte si estás bien. -Ozul me estaba mirando con extrema preocupación.

-¡¿O-Ozul?! ¿Qué haces aquí? -Sujeté mi mano que seguía temblando.


-¿Tomamos el mismo bus? -Me miró fijamente.

-¿S-Si? ¡Sí! -Me había vuelto a meter mucho en mis pensamientos.

-Te hable durante un buen rato ¿Qué no me escuchaste? -Su ceño se frunció.

-¿Qué? -Lo observe, mire a mis lados, ya estaba cerca de mi casa, la de él ya se había pasado ¿Estuve treinta minutos perdida en mis pensamientos? ¿Se había quedado conmigo?- Tu parada, se pasó tu parada ¿Qué pasó? -Aún temblaban mis manos.

-Yo debería preguntar eso, cuando subí al autobús, estabas temblando, mirando a un punto fijo, casi todos se bajaron por lo mismo, vuelvo a preguntar ¿Qué pasa? No me cambies de conversación que ya tuve suficiente con ustedes cinco hoy. -Su mirada se enfocó con intensidad en mis manos.

-No, yo, yo, siento lo que pasó, perdiste tu parada por mi culpa, estoy bien. -Me aleje de él, recordé lo que habían dicho, sujeté mis manos con mis piernas. Quería bajarme, quería llegar a mi casa y envolverme en las cobijas.

-Ah -Suspiro molesto, se frotó la nariz- Oye, mira, sé que, bueno, solo quiero decir... olvídalo. -Frunció el ceño con enojo, cruzó sus brazos y se recostó en el asiento, sus ojos me analizaron- ¿Por qué siempre están causando problemas?

-¿Nos culpas? -Arrugue la nariz.

-Bueno, siempre escucho en los problemas que se meten, así que sí. -Echó una risa burlona y sarcástica.

-Si tanto te quejas no debieron ayudarnos hoy, ni tú ahora. -Lo mire con rencor.

-Ya te lo dije, no porque las detestamos significa que no ayudaremos. -Contempló la ventana a su lado evitando mi mirada.

-¿Por qué hasta ahora nos ayudan? ¿Por qué no antes? ¿Qué es lo que quieren? -Ahora estaba molesta, estaba enojada, estaba triste, quería saber porque me había citado a cierto lugar, solo para enviarme a sus fans.

-Porque nunca estábamos cerca de ustedes, así como hoy. -Enfrento mi mirada y se me acerco peligrosamente- No queremos nada, pero nosotros sabemos que cuando alguien está en problemas no necesitamos preguntar si nos quieren ahí. -Sonrió frente a mi cara y me palmeó el cachete.

Sociedad Infernal -- Internado Del Infierno Where stories live. Discover now