Pero, ¿en donde estás ahora?
La gran desesperación del alma del Príncipe Park en su reencarnación como patinador artístico hace que la búsqueda por su caballero sea cada vez más y más infernal, pero se encuentra con la sorpresa de escuchar a alguien...
El ambiente era extraño, las miradas se cruzaban y los recuerdos de Heeseung pasaban en su cabeza uno tras otro, los supuestos sueños de Heeseung resultaron ser los recuerdos de su vida pasada, le costaba entenderlo o simplemente asimilarlo, pero aun así, sabía lo mucho que amaba a Sunghoon. Mientras tanto, Sunghoon entendía en lo que sometió a Heeseung, entendía que no era fácil recordar todo en un instante, por lo que simplemente le deseó las buenas noches y lo dejó solo en la sala para que pueda asimilar todo con calma.
Tras la ida de Sunghoon, este se encontraba mirando el suelo de la sala, estaba perplejo, recordaba los momentos que pasaba con Sunghoon, las risas y los buenos ratos. La carta que él mismo le escribió y se la había dejado a su hermana en caso de que a él le pasara algo, las frases que le decía en el Jardín para que Sunghoon no se sintiese mal, recordaba todo, hasta su muerte.
Dejó escapar un suspiro y se movió a hacerse un ramen, era bastante tarde y ya no tenía fuerzas de seguir pensando, tras haberse hecho el ramen instantáneo, dejó caer su cuerpo en el sofá y puso anime para ver mientras comía, y así se pasó toda la noche hasta quedarse dormido.
Los rayos de sol sobrepasaban las cortinas del salón, estaba Heeseung dormido en el sofá, de verdad era un desastre, una manta en el suelo, tazas de café, y boles de ramen inundaban la mesa, además de que la tele ni fue apagada. Sunghoon se despertó, y se encontró con el desastre del salón, apresurado empezó a recoger todo, no quería ver a Jay enfadado a primeras horas del día, mientras recogía, intentaba despertar a Heeseung para que se meta a duchar.
- Levántate, que has armado un desastre - realmente Sunghoon estaba molesto. Heeseung no tardo en levantarse, mientras bostezaba e intentaba abrir sus ojos, se encontró con la cara de Sunghoon mirándolo, este solo sonrió, - mi príncipe, cuanto tiempo - decía mientras sonreía, la cara de Sunghoon, su alma, y su corazón se iban a salir de su lugar, el sentimiento indescifrable de lo que dijo su caballero hizo una fiesta dentro de Sunghoon, - ¿has bebido? - fue lo único que preguntó Sunghoon, y este solo soltó una carcajada mientras negaba. - Me acuerdo de todo, Sunghoon, sé quien eres y sé quien soy yo - dijo mientras agarraba delicadamente las manos de Sunghoon, - me acuerdo de todos los detalles, de como agarraba tus manos blanquecinas y las besaba, me acuerdo de cuando nos veíamos en el Jardín, o de cuando salíamos del Palacio a escondidas, me acuerdo de ti, mi príncipe - tras lo dicho, posó sus labios en las manos de Sunghoon, aquel no sabía como reaccionar, solo se congeló en su lugar.
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Pasaron los meses, días y horas, Sunghoon se encontraba feliz más que nadie, estaba con la persona que amaba y no podía pedir más, aunque nadie sabía de la relación de ellos dos. Decidieron dejarla como un secreto por miedo de no poder llegar a debutar, a veces Heeseung pasaba días en casa de Jay, y a veces Sunghoon iba a casa de Heeseung a dormir, aunque se mostraba feliz, aún se sentía abrumado y dolido por no poder hablar con su familia, desde el día que discutió con su madre no volvió a hablar con ellos, puede que su madre sea exigente y a veces insoportable, pero era su madre y aun así la amaba. Habían algunos días en los que veía a su hermana jugar en el parque acompañada de su madre, pero cuando intenta acercarse su madre la aparta y se van de ahí.
Los días en la agencia cada vez eran más pesados, y las ganas anheladas de los aprendices de querer debutar cada vez son más, muchos dejaban las agencias, pero aun así los demás intentaban seguir para cumplir sus sueños. Los chicos se encontraban practicando baile hasta que los interrumpieron unos productores de la agencia, - chicos, os tenemos un anuncio - los trainees que estaban en la sala dejaron de bailar y pararon atentos a lo que decían los productores, - Big Hit junto con Cj Ent. se unirán para dar lugar a I-Land, un programa de supervivencia, y las audiciones están abiertas desde este instante - tras lo dicho, los productores abandonaron las salas, y los trainees empezaron a celebrar, por fin podían tener una oportunidad de debutar, algunos otros no le dieron importancia pero Jay, Heeseung y Sunghoon se morían de la felicidad, esto era una señal para que puedan debutar los tres juntos.
Aquella misma tarde, todo el mundo se encontraba preparando su audición, el ambiente de competencia era muy pesado, Jay se encontraba preparando su rap, Heeseung su vocal y Sunghoon perfeccionaba su baile, así hasta las altas horas de la noche, hasta que sintiese que todo era perfecto.
Al día siguiente, se formó una fila bastante grande en Cj Ent. para las audiciones, los tres se encontraban ahí, después de un rato, Jay salió de la audición, - bro, sentí que me trabé en la letra - dijo molesto, Jay era el tipo de persona que no soportaba equivocarse, era un chico con mucho orgullo, y equivocarse en lo más mínimo lo hería, mientras Sunghoon lo consolaba, Heeseung entró para presentar su audición, y después Sunghoon hizo lo mismo, con suerte les salió bien. Se dirigieron a un café para tomar algo mientras conversaban, - si llegamos a ser admitidos, finjamos que no te conocemos Heeseung - comentó Jay, a lo que Heeseung solo soltó una carcajada, - de verdad, tenemos que hacer que nos hacemos amigos para atraer a público - con carcajadas Sunghoon asentía lo que Jay decía, y así pasaron la tarde conversando hasta volver a casa.
Heeseung ese día se quedó a dormir en la casa con los chicos, suele dormir en el dormitorio donde está Sunghoon ya que hay dos camas, pero sin que Jay sepa, suele dormir en la misma cama con Sunghoon por que es más cómodo.
Las horas pasaron, y la mañana no tardo en llegar, todos estaban dormidos por que era festivo y nadie tenía que ir a la agencia, hasta que empezaron a sonar los móviles, los tres a la vez, y era algo bastante raro recibir una llamada justo en un festivo, Jay cogió el móvil para saber quien era a esas horas. - ¿Hablo con Park Jongseong? - se escuchó desde la otra línea, Jay le respondió con un sí, - usted es aceptado en el programa I-Land, recibirá un correo más adelante con las indicaciones, felicidades - los gritos de Jay se escucharon por toda la casa, estaba feliz, los otros dos al segundo empezaron a gritar, los tres fueron admitidos. Salieron al salón y empezaron a gritar como locos, "¡Vamos a debutar!" era lo único que decían mientras saltaban, realmente estaban felices.
