MATRIMONIO POR VENGANZA

CAPITULO 5

CAPITULO 5

Serena se detuvo en frente del altar y tomo la mano de Darien, sus manos estaban sudorosas, en este momento tenía toda la adrenalina de su cuerpo activa.

— ¡No te puedes casar con ella!— exclamó en ese momento Diamante levantándose de su asiento.

Darien miro con una sonrisa pícara a Serena que fue respondida con una mirada ladina.

—¿Disculpa?— pregunto Darien haciéndose el tonto, mirando a Diamante y a los presentes, algunos de los que en el pasado habían juzgado a Serena.

— Esa mujer fue mi esposa, es una criminal que debería estar en la cárcel, me imagino que se escapó, pero de inmediato voy a llamar a la policía — Diamante tomó su celular, las venas de su frente se brotaron, la tenía en frente pero con otro.

— Estás equivocado, Serena no es una delincuente, ya pago por una condena injusta, ademas es la mujer que amo — Darien tomó de la cintura a Serena y la beso.

Todos los presentes se sentían atónitos, pero en especial Diamante que estaba anodadado con lo que estaba pasando frente a sus ojos, lejos de la impresión de verla de nuevo, estaba celoso.

— Quiero hablar, soy yo la señalada, todos ustedes pueden pensar que fui amante de Kenji y su asesina, pero es una mentira, todo fue una trampa y fui liberada porque se descubrió que mi abogado recibía dinero para dejarme en ese lugar — Serena miraba a Diamante y Esmeralda que no salía se su impresión, directamente a los ojos.

La intensidad de la mirada de Serena, hizo que Diamante agachara la mirada, mientras Esmeralda la seguía siendo tan altiva cómo siempre.

— Nadie te va a creer eso, la policía metió a la cárcel a una asesina y esa eres tu — La rabia que sentía Esmeralda al darse cuenta del nuevo destino de su hermana le hacía hablar sin pensar.

— Me imagino que al ser una mujer tan limpia, les ha dicho a tus nuevas amistades, que siendo mi hermana, fuiste capaz de llevarte a mi marido a la cama — El secreto de Esmeralda fue revelado.

La gente empezó a susurrar y mirar mal a la mujer, el poder que tenía Serena al ser la prometida de Darien le daba el beneficio de la duda.

Diamante tomó del brazo fuertemente a Serena, pensó que era la misma flor frágil que lastimó antes
— Vamos a hablar en privado.

Ella se soltó y lo miró frunciendo el ceño, demostrando que no era la misma de antes, el la había convertido en una mujer diferente.

— Quienes se sientan incómodos con el matrimonio, pueden retirarse — Darien tomó de la mano a Serena, poniendo su firme postura frente a Diamante.

La gente decidió quedarse, podían creer o no en lo que decia Serena, pero su postura no importaba, solo les interesaba quedar bien ante los ojos de nuevo hombre más poderoso de la ciudad.

Serena tomó un poco de aire, se acerca al altar de la mano de Darien.

Diamante quería irse pero decidió quedarse, observar a Serena casarse con otro, los celos lo estaban carcomiendo, en el fondo pensaba que ella siempre sería suya.

— Acepto — fue la palabra que unió en el inicio del plan maestro de Darien y Serena.

La fiesta se llevó a cabo, en el salón más exclusivo del club social, Darien se había convertido en uno de los socios del lugar y tenía que ser tratado con el poder que tenía por su dinero.

Serena y Darien bailaron en la mitad de la pista, ella estaba muy nerviosa por la mirada asesina de Diamante y Esmeralda.

— No te asustes, estás conmigo y te cuidare — Las palabras de Darien le daban paz, seguridad y un calorcito en su pecho.