Ch.15 Venganza

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(Aquí al principio el enfoque de narración cambiará a narrador en persona en este caso el narrador será Daemon, pero luego cambiará en narrador omnisciente nuevamente)

Camine por los pasillos del enorme castillo, escuchando los gritos de terror de los habitantes.

Rodeado de mis hombres seguí hacia mi objetivo, matando a todo aquel que intentará detenerme o enfrentarme.

Con calma aterradora observé a mi alrededor viendo cómo prendían en llama los cuerpos sin vida de los que habían osado desafiarme y de civiles que habían muerte tratando de escapar aplastándose los unos a los otros.

—¿Cuáles son los órdenes mi príncipe?— preguntó unos de mis Capas doradas mirándome fijamente

—Maten a todos los que se le enfrenten y encierren a los nobles y sirvientes pero no toquen a esa rata de Otto el es mío y también su hijo— contesté clavando mis ojos como dagas hacia la Torre de la mano.

El Capa asintió para luego encaminarse a cumplir su orden junto con otros soldados.

Sonreí sintiendo mi furia arder al recordar lo que me habían echo.

¿Querían un monstruo? Entonces les daré uno.

Haré caer fuego y sangre sobre todo aquel que había osado despertar mi furia.

De todos modos o tenía nada que perder, ellos me veían como Maegor y ahora tendrían una razón pare verme como él.

Toda mi vida me la pase sirviéndole al reino, a mi hermano y a mi abuelo ¿y para que?

Para ser exiliado y humillado como si no valiera nada, me habían alejado todas las veces pero ya no sería así, no, ya no más.

Seré mejor rey que mi hermano, un conquistador como Aegon, un guerrero como Visenya y Cruel como Maegor.

La combinación perfecta.

Leal a mi casa y impaciente con los invasores como Visenya lo había sido, Otto y los demás no eran más que eso, asquerosos invasores que llegaron al poder trepando de escalón en escalón por medio de su hija que calentaba la cama del rey.

Con disgusto recordé a la hija de la mano, Lady Alicent, era hermosa y eso lo admitía pero seguía siendo hija de Otto.

Mis obrinos eran mitad Hightower, y vestían ropajes verdes cada vez que los veía.

Por su fortuna la sangre del dragón era espesa y no habían heredado la apariencia de la familia de su madre.

Si no fuera por sus características físicas y el echo de que tuvieran dragones, serían justamente eso solo Hightowers.

Seguí caminando ignorando los gritos de terror hasta llegar a la torre de la mano.

Silenciosamente abrí la puerta de su recamara, pero el no estaba, sintiendo mi furia crecer seguí rebuscando a los alrededores hasta a la distancia sentí un ruido aturdido.

Con cautela camine hasta donde escuché el ruido y entre atravesando la oscura anotación, no parecía hacer nada hasta que puede sentir una presencia tras mio.

Sonreí sabiendo que era al y rápidamente me di vuelta golpeándolo en la cara.

El viejo verde cayó golpeándose la cabeza, puede que accidentalmente no haya medido mi fuerza.

Me di la vuelta encarándolo y lo vi levantarse los más rápido que pudo, mientras se llevaba una mano a la nariz para detener el sangrado.

«¿Chillando por tan poco? Si tan solo empece» pensé burlonamente arrastrándolo de vuelta por una pierna.

Amor Traicionero ( Rhaenyra & Daemon ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora