- Sí – miente mi padre

- No te creo – responde mi tía

- Nosotras tampoco pero tú di que sí – responde mamá

- Por cierto, Zander quiere hablar contigo, al parecer le preocupa lo de los rumores, no le agrada la idea del tipo de comentarios que estás recibiendo, está en la biblioteca – comenta mi tío y asiento comprendiendo

- Con permiso – salgo de la oficina lentamente y hasta que me encuentro afuera comienzo a caminar lo más rápido que puedo

Llego pronto a la biblioteca, entro y cierro la puerta. Avanzo encontrándome a Zander con sus manos recostadas en una de las mesas mientras tiene su cabeza agachada. Siento su preocupación lo cual no me agrada, esto era lo que él temía de nuestra relación y ahora ese miedo se volvió una realidad.

- Mi ángel – le hablo acercándome y él me mira

- No quería que esto pasara, no deberían decir eso de ti ¿Por qué siempre atacan a las mujeres? ¿Por qué no hablan de mí? No entiendo – dice molesto

- Hey...ya no pienses en eso, no vale la pena preocuparse por lo que la gente dice, no debería afectarte, de todos modos si no hablan de esto, buscarán otro tema u otra razón para hablar de mí, así es este mundo pero solo de nosotros depende si le damos importancia a sus palabras – le digo acariciando sus rostro con delicadeza

- Lo sé, sé que no me debería importar sus palabras, pero no me gusta que hablen así de ti, te deben respetar - recuesta su frente con la mía mientras bufa de frustración

- Ya no te preocupes mi ángel, sé que siempre te preocupas por cuidarme en todos los aspectos pero esto es parte de la vida, hoy hablarán de mí, cuando tenga 30 hablarán de mí, a los 50 igual y si llego a los 90, seguirán juzgándome, eso es inevitable – él ríe levemente

- A los 90 dirán que estas más arrugada que una pasa – me molesta haciéndome reír

- ¿Quién dice que tú no estarás como una pasa? – le pregunto

- Lo estaré, pero igual de guapo que ahora – asegura con orgullo

Me río levemente antes de darle un beso delicado que hace que su tensión se vaya calmando poco a poco. Al separarme de sus labios abro los ojos viéndolo, acaricio cada detalle de su rostro analizándolo y no puedo evitar sentir como mi corazón late con intensidad.

Sí me van a juzgar toda la vida por estar con Zander, que lo hagan, no me importa, por más que me digan que esto está mal, nada podrá evitar que quiero a este hombre de una manera tan fuerte, que hasta se me hace difícil explicar, nadie podrá evitar que yo lo deje de...de amar...

Yo...yo lo amo...sí, en definitiva lo amo

Abro la boca queriendo decir estas palabras por primera vez pero estas no salen, no sé por qué. De verdad lo siento en mi interior pero se me hace tan difícil dejar salir mi voz, como si alguien en ese preciso momento me la hubiera quitado evitándome expresar lo que siento.

Me da miedo no poder hablar ¿Será que me da miedo?...¿O tal vez aunque lo sienta no estoy lista para decirlo?

- Estas peleando contigo misma...- habla llamando mi atención - ¿Qué pasa?

- Yo...no lo sé, yo...quiero decirte, pues...algo importante pero no puedo, no sé porque... ¿Eso es malo? Si yo, siento esto en mi interior sin embargo no puedo decirlo – digo realmente preocupada

- Tranquila, no es malo, yo sé porque...- dice tiernamente – La última vez que dijiste un te amo, fue a una persona quien al final te terminó lastimando, y aunque tú lo sientas, tú corazón tiene miedo de decirlo, tiene miedo de que sea herido, así que no te preocupes, ni te fuerces por decirlo, saldrá en el momento indicado...- me da un tierno beso

Los Cuatro Reinos - Magie & Love #3 (Secuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora