---¿Discuuuulpa?---Le reclamo con asco en sus ojos---¿Quien dice que nos iremos juntos? ¡Yo me iré por mi propio camino!---Le grito con la esperanza de que lo dejara en paz!---

---Si si, lo que tu digas---Respondió sin darle importancia para después rasgar un poco de su camiseta y darle un amarre a la herida de Hidan---

---¡¿Qué haces?! Quítame esto ya---Estuvo a punto de quitarse la tela de su pierna, pero no contó con un nuevo golpe en su nuca, quedando de nuevo inconciente---

---*Mucho mejor*---Pensó con una sonrisa de relajación, para después cargar al albino y sentarlo en una esquina de la pared---*Aprende a cuidarte, ¿quieres?*---Le dio una última mirada antes de que se fuera a sentar un poco alejado de él, recargando su cabeza hacia atrás e inhalando fuertemente---*Espero que nos encuentren pronto*---

Mientras tanto, con Deidara y Obito

---¡¡TE MATARÉ MALDITO ENFERMO!!---Grito con tanta irá que hasta la piel de su cara se había puesto roja por completo---

La razón por la que el rubio estaba en ese estado fue porque el señor Gitaru había logrado esta vez ponerle un traje de mujer que lo hacía ver muy sexy para él, el vestido era muy corto, dejaba mostrar mucho las piernas, apenas y podía tapar algo de su pecho, pero eso no impedía que el de ojos azules se sintiera tan avergonzado, y lo peor de todo es que Obito no lo paraba de mirar desde a lo lejos, cosa que lo avergonzaba aún más.

---¿Por qué? Te vez muy lindo---Sonrió el mayor acariciando suavemente toda la pierna del rubio, este por más que trataba de apartarla no podia, estaba esposado en una cama, tanto manos como pies estaban inmovilizados, pero lo que más odiaba el de ojos azules era que el desgraciado del viejo lo tenía con las piernas abiertas, sin tener ropa interior puesta---

---¡¡¡TE ODIO!!! ¡¡¡MALDITO!!!---Forcejeaba lo más salvajemente que podía, pero no tubo éxito con soltarse de ahí, solo provocó que se cortará un poco en sus extremidades---

---No hagas eso, estas afectando tu linda piel---Dijo el señor en tono preocupante para después salir de aquel cuarto---

Deidara al ver esto miro molesto al azabache, quien seguia todo embobado sin si quiera parpadear, el menor quizo gritarle para que reaccionará, pero eso pondría en alerta al de ojos verdes.

---*Mierda, ¿Por qué carajos tenía que pasarme esto a mi? ¿Qué hay de Hidan?*---Se preguntaba una y otra vez la última frase, lo último que recordaba era estar en aquella casa con el albino y el asqueroso enfermo atado, hasta que después todo se volvió negro y ahora se encontraba en esas condiciones, junto a quien menos quería tener cerca en esos momentos---

Siguio reprimiendose hasta poder escuchar de nuevo la puerta abrirse, giro un poco la cabeza para ver como el mayor se acercaba a él con un botiquín de primeros auxilios.

---Te curaras pronto, quiero que seas perfecto para mi solito---Sonrió con dulzura, para después plantarle un pequeño beso en la frente---

El de ojos azules ante eso puso una expresión de asco por dicho toque, aprovecho que estaba cerca para morderle con fuerza la oreja casi arrancandosela por completo, el señor Gitaru al sentir gran dolor grito con fuerza tratándo de alejarse, pero el rubio se lo impedía sin soltarle la piel. Esto provocó que Obito reaccionará de un sobresalto por el repentino grito, pudo ver con horror como la sangre caía sobre la cara de Deidara y este aún así no lo soltaba apesar de que también la sangre se le metía por los ojos, así duro el forcejeo hasta que por fin la piel del de pelo verde se arrancó de su lugar.

---¡¡AAAAAARRGGG!! ¡¡¡Mierda!!! ¡¡¡AAAH!!!---No paraba de gritar del dolor, la sangre le escurria aún cuando se tapaba su oreja con ambas manos, rápidamente salió corriendo de la habitación, aun escuchandose los quejidos que daba---

Kakuhidan~Me enamoré de mi hermanastro~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora