Capitulo 35: Amor de Papá

464 42 6
                                    

—¿Cómo es que a mí me disparan y tú eres la que recibe más atención por ser tan linda?— poco a poco voy recuperando la consciencia para ver a Noah junto a mi perfectamente despierto y con una sonrisa envidiable en el rostro

—Hola Bête— sonrió emocionada

—Hola pequeño saltamontes...

—Señorita Evans...— García entra a la habitación como si hubiera visto a un fantasma —Lo siento pero debemos irnos ahora... El señor Williams está aquí

Me levanto rápidamente de la cama sintiendo un leve mareo por lo que sea que me dieran las enfermeras

—¿Ya está aquí?— él asiente

Me bajo de la camilla para poder ayudar a Noah a caminar pero él se adelanta y lo hace solo

—Estuviste horas dormida... Mientras tanto me hicieron transfusiones y sacaron la bala de mi cuerpo. Estoy bien cariño

Asentí y le hice una seña a García para que lo ayudara, saque mi cabeza para ver por el pasillo

—Esta todo despejado, vamos— aceleré el paso por si las dudas, en el camino se me cruzó un abrigo y una gorra abandonados

—¿Acabas de robar?— le dí una mirada fulminante a Noah y le pase un sombrero abandonado que estaba en la cabeza de un hombre desconocido

—¿Dejaste el auto en el parqueadero?— lance la pregunta para García

—Así es, solo debemos bajar por el ascensor— negué

—Es muy arriesgado, tomemos las escaleras— ambos asintieron mientras yo empujaba la puerta que conducía a las escaleras

—Te gusta torturar a tu pobre novio— rodé los ojos e intenté ignorar sus chistes malos

Me detuve en seco

—¿Por qué haces tantos chistes malos?— su risa se hizo más grande e intento negar pero yo sabía perfectamente lo que pasaba... Quite su mano del lugar donde tenía la herida y ví la sangre fluir por su ropa

—¿Por qué no dijiste nada?— lo reprendió García —Sigamos bajando, traigo todo lo necesario para hacerle curación en la mochila

—¿Lo robaste?

—¿Realmente quieres saber?— negué y seguí corriendo

Abrí la puerta al parqueadero y corrí en dirección al auto que García me señaló, ambos ayudamos a Noah a subir y cuando yo estaba apunto de hacer lo mismo la puerta de las escaleras se abrió al mismo tiempo que yo cerraba la del auto 

Maldito Romance: Locos de Amor (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora