Libro 3 de la saga "Maldito Romance" para leer este libro debes leer los dos primeros
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Vivir bajo la sombra de la inigualable diseñadora de moda Laura Evans y su amado esposo el CEO de la mayor agencia de entretenimiento es más que tener un...
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—Pasajeros con destino a Miami, por favor abordar el vuelo— el anuncio de nuestro vuelo es anunciado por lo que todos se apresuran a subir al avión. Tamara no para de decir lo emocionada que está por el partido y Cristal no deja de mirarme al igual que Vanessa quien ahora sabe que no podrá viajar con nosotros pero está aquí porque su hermano si lo hará
—Estan muy lindas esas pelucas— alejo todo pensamiento molesto y concentro mi atención en mi mejor amiga
—Por supuesto— respondí sin saber que fue lo último que me dijo
—Rouse, aquí no hay pelucas, estamos en un aeropuerto— la mire avergonzada, mi cabeza está en las nubes y no tenía planeado bajarla de ahí, al menos aún no
—Lo siento Tamara, solo estoy un poco distraída— ambas empezamos a subir las escaleras para abordar el avión, ambos equipos viajan en el mismo avión, estábamos revueltos pero los entrenadores nos mantendrían controlados o al menos eso dijo la señorita S
—Si, ya me dí cuenta— refunfuño la pelirroja —No se que es en lo que tanto piensas pero eso seguro tiene que ver con Noah
—Ya para con eso Tamara, si él no quiso venir al partido ese es su problema no el mío. Ya es un hombre grande y sabe las concecuencias que tendrá el no venir- exclamó molesta al mismo tiempo que me doy la vuelta y mi cara choca contra un muy definido pecho o más bien abdomen
—¿Estás bien?— la piel se me pone de gallina al escuchar la voz de Noah, es tan jodidamente sexy... No, Rouse, debes ser fuerte, no te dejes engañar
—Lo estoy, ahora, con permiso— le hago una señal para que se mueva pero no me presta la más mínima atención
—Tenemos que hablar
—Yo no tengo nada de que hablar
—Pues yo si, debo explicarte las cosas..
—No hace falta Noah, tu hermana ya me lo dijo todo y aún así no tengo en consideración perdonarte— obligó a su cuerpo a moverse para poder pasar y sentarme en mi asiento
—¿No piensas perdonarlo realmente?— niego con la cabeza ante la pregunta de mi amiga... En estos momentos solo puedo pensar en el sueño de anoche, tengo muchas cosas de las que ocuparme y debo empezar por lo que más jodido está
—Debo encargarme de muchas cosas Tamara, y lo primero que está en mi lista es Santiago. Ese chico aún está vivo y no puedo permitir que las cosas se me salgan de las manos
—¿Que plan tienes? Ya pensaste en algo seguramente... Anthony, tenemos que hablar con tu abuelo y pedirle ay...
—No, a él debo dejarlo fuera de esto, ese hombre puede estar utilizandome para algo muy grande y no se que es. Por eso debo hacerlo sola... Debo recurrí a cobrar algunos favores especiales
