- Emma: Acepto.
- Jake: (se levanta me abraza y me besa). Me haces el hombre más feliz del mundo.
- Emma: (fingí una sonrisa) Estoy tan feliz también.
La noche paso muy concurrida, bailamos prácticamente el resto de la velada, yo trataba de evitar en todo momento algún tipo de conversación, sabía que esto no era lo que deseaba, pero fui yo quien había tomado esta decisión así que no podía hacer absolutamente nada más que aceptar mi destino. Jake por el contrario se veía radiante, feliz, no podía ocultar su alegría y en algún punto eso me reconfortaba.
A la mañana siguiente salí muy temprano al súper mercado por algunas cosas que necesitaba, y que gran sorpresa me lleve cuando regrese y vi a Leah sentada junto a Jake con una invitación sobre sus manos, supe inmediatamente que se trataba de su invitación de boda, pero más que nada eso me llevo a Alex, el estaría allá, me quede perpleja e inmóvil en la puerta.
- Jake: Emma, querida es Leah, nuestra amiga, estaba contándome un poco sobre nosotros.
- Emma: Como me llamaste.
- Jake: Emma...
- Emma: No, la otra palabra.
- Jake: Querida, pasa algo, te has puesto pálida.
- Emma: No, es solo que no me agrada esa palabra, por favor no vuelvas a llamarme en esa forma. (Escuchar a Jake llamarme querida, como solía hacerlo Alex, hizo que cada parte de mi deseara poder tenerlo a mi lado y aferrarme para nunca soltarme)
- Jake: Esta bien, por favor siéntate.
- Emma (Me calme un poco y me acerque a saludar a Leah). Leah como has estado.
- Leah: Emma, sabes que no puedo hacer esto sin ti, te necesito a mi lado, la boda es una semana, y no puedo imaginarla si no estás allá, tú has sido nuestra celestina, por favor.
- Jake: Creo que es una excelente idea, además me ha dicho que eres la madrina, no veo porque no podamos ir. Porque estoy invitado, Leah me lo ha dicho.
- Emma: (risa fingida) Si, es solo que tal vez te puedas sentir un poco mal, es solo eso.
- Jake: No, Me siento increíble, el doctor me ha dicho que puedo salir, solo no debo excederme, pero si ese es el problema, por favor tranquilízate.
- Emma: (No podía hablar, estaba tartamudeando, la idea de ver a Alex me hacía ilusión y a la vez me desgarraba, tenerlo tan cerca y tan lejos, como es que iba a poder soportarlo) Si, si, en ese caso, ah, estaremos allá.
- Leah: Gracias Emma, te adoro, sabes que te amo verdad.
- Emma: Si, yo también te adoro.
- Leah: Bueno debo irme, tengo algunas invitaciones por entregar, y algunos preparativos, todo esto ha sido muy rápido, pero descuida Emma, Sophie se ha encargado de ayudarme en todo, así que la vamos a pasar increíble ya verás.
- Emma: Déjame acompañarte hasta la puerta.
- Jake: No te preocupes Emma, yo me encargo.
Esta boda sería un remolino de sensaciones para mí, sabía que Alex estaría allí, y me torturaba pensando si llevaría a alguien, pero por supuesto que lo haría, no iba a ir solo, no paraba de pensar en eso, los días se me hacían eternos, sin embargo debo admitir que en el fondo de mi corazón guardaba la esperanza de verle nuevamente.
