Un Pequeño Secreto

Cap 14

Alfred: Me alegro de que todos estemos aqui. -Realmente estaba feliz de que estuvieran reunidos. -Es esencial que convivan al menos una vez por semana.

Jason: Yo vengo por la comida gratis. -De hecho el ya estaba comiendo. -Tu comida es grandiosa Alfred.

Tim: No seas un cerdo. No hables con la boca llena. -Le hizo una mueca.

Dick: Dios, Jason comporte, ya estás grande. -El mayor tratando de solucionar los problemas. -Bien, y ¿Cómo ha sido su semana?

Cass: La mia muy aburrida, pero los exámenes serán pronto.

Stephanie: Yo estoy como loca, no puedo volver a reprobar matemáticas. -Recuerda con horror lo que pasó la última vez. -Como odio a ese maestro.

Duke: Pues a mí me va de maravilla en la escuela. Ya quería regresar y ver a mis amigos. -El chico irradia luz.

Bruce: Solo he estado haciendo papeleos, y firmando una que otra cosa.

Jason: A mi, no me miren, cuando como, desconozco. -Noto la cara de asco de Tim pero no le importo.

Alfred: ¿Qué hay de usted joven Damian? -Todos voltearon a ver al chico que hasta el momento se había mantenido callado, y sin tocar su plato. -¿Qué hizo hoy?

Damian se incómodo al sentir todas esas miradas viéndolo. Para empezar ni siquiera había comido, era extraño.

Damian: Pues, -No sabía que decir. -Solo estuve ensayando con la guitarra, después me fui al entrenamiento, y ya.

Bien, si mintió acerca del entrenamiento, pero si nadie sabía no causaría daño alguno.

Duke: Oye Damian, ¿No vas a comer? -No lo odien, no lo hizo de mala fe. -No comiste nada.

Damian: Yo ah. Es que ya había comido y no tengo tanta hambre.

Alfred: ¿Está seguro? De postre hice Banoffe pie. -Sabia que al niño le gustaba mucho.

Damian: Gracias, pero realmente no tengo hambre, y si me disculpan, ya voy a subir a mi habitación, mañana tengo que salir temprano. Que disfruten la comida, buenas noches.

Todos le dieron las buenas noches, aunque aún no se acostumbraban a su nueva personalidad.

Ellos continuaron con la cena, y después todos se fueron a poner sus trajes a excepción de Duke que se fue a dormir.

Al otro día Damian se levantó muy temprano, ya que tenía que acompañar a su novio y suegros a ver a los abuelos de este.

Sentía sueño, no había podido dormir bien, pero ya había quedado en que los acompañaría, así que se levantó y se arregló, justo a las 7:00 a.m. llegaron a recogerlo.

Se le hizo raro que Jack no hubiese ido, pero los padres del chico dijeron que estaba algo ocupado y que los alcanzaría en casa de sus abuelos. Damian no le dio más vueltas al asunto y se recargo en la ventana, y sin darse cuenta se quedo completamente dormido.

Nicolás: Hijo. -Trato de mover un poco al niño. -Ya llegamos.

Sara: Damian querido, ya es hora de despertar

Damian: A si gracias. -tardo unos minutos en reaccionar.

Una vez que bajaron del carro entraron a la mansión, donde fueron recibidos por la abuela de su novio que los esperaba para desayunar, cosa que a Damian no le agrado del todo.

Después del desayuno Damian intento llamar a Jack ya que este ya se había tardado sin embargo siempre lo mandaba a buzón.

Emma: Debe estar ocupado, o simplemente se quedo dormido.

Damian: Si claro. -Damian vio por la ventana. -El siempre se molesta cuando yo llego tarde.

Emma: Entiendelo un poco, no te preocupes de seguro ya viene. -La mujer noto cierto anillo que llevaba Damian.

Damian: Sigue pensando que se quedó dormido. -Esta vez se recargo en uno de los muebles. -Hasta usted lo noto y el no.

Emma: Damian, solo es coincidencia, no tienes que mortificarte.

Damian: Emma, no puedo seguir así, le regaló uno igual a él. Y ni siquiera lo noto.

Emma: Damian. -Alguien los interrumpió

Mateo: Emma, déjanos unos minutos a solas.
-Aquel hombre era el abuelo de Jack, acababa de regresar de un viaje. -¿Qué pasa hijo?

Damian: No es nada. -Damian trato de sonreír, no sabía por qué continuaba con aquel circo, si todos lo sabían.

Mateo: Damian, es solo un anillo. -El hombre tomo la mano del adolescente. -Anillo que luce mucho mejor en ti.

Damian: No creo que sea correcto seguir con esto, se que si les dieran una oportunidad.

Mateo: Jack está equivocado, ese hombre es solo un capricho, alguien sin futuro, no tienes ni de que preocuparte, en cambio tu, eres el heredero de las empresas Wayne, el número uno de tus clases, el mejor.

Damian: Dudo que eso tenga algo que ver. Señor no le veo caso seguir con esto, quiero cancelar el compromiso, y quiero terminar está relación.

Mateo: Deja de decir estupideces, entiende que mientras más tiempo pase el se enamorara de ti.

Damian: Estoy separando a dos personas que se aman, eso es lo único que estoy haciendo.

Mateo: Esto siempre ha sido así, y así seguirá, pero te aseguro que conforme crezcas, serás más atractivo y el se tendrá que dar cuenta, te daré unos minutos, después puedes bajar e ir al jardín, te estaremos esperando.

Damian se quedó recargo en el mueble, tenía ganas de romper algo, sin embargo no lo podía hacer.

Todos lo sabían, todos sabían que Jack aún veía a su ex pareja, todos sabían que su relación no era más que un mero circo.

Ellos jamás se gustaron, jamás hubo amor, siempre fue una relación de tres, y lo seguiría siendo.

Le tomo unos cuantos minutos reponerse, sin embargo bajo al jardín, tal cual le dijeron, estuvo platicando un rato, hasta que llegaron unas tías con sus respectivos nietos, los cuales al ver a Damian quisieron jugar con él.

Se pusieron a jugar a los congelados, en una Damian se había quedado congelado, lo raro es que sentía que alguien los observaba.

En ese instante sintió un fuerte ardor en su tobillo, el dolor fue tal que tuvo que agacharse a mirar.

Tanto Emma como Mateo se dieron cuenta rápido, pero al revisar el tobillo del joven no vieron nada.

Mientras que tras unos arbustos, una mujer miraba divertida todo, era como una niña antes de hacer una travesura.