auto rojo ⚽️ lionel scaloni

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Pujato. Domingo. El despertarse a las casi seis de la mañana en el último día del fin de semana podría no ser el plan favorito de muchas personas y si tenías que admitirlo, el tuyo tampoco pero, había una invitación que no podías rechazar: Lionel, tú casi novio, te había invitado a pasar el día con él, en uno de sus torneos de fútbol.

—¿Te vas a levantar en algún momento? —escuchaste a Lionel decirte en el oído mientras te daba unos cuantos besos en tu cara, con el objetivo de que te despiertes.

—Mhm, un ratito más, Lio, porfis —le respondiste intentando alargar tu estadía en aquella caliente y cómoda cama. Tenías muchas ganas de verlo jugar a la pelota pero también tenías muchas ganas de seguir durmiendo un rato más.

—Nono, dale, amor, cuando volvamos dormís todo lo que queres, vamos a llegar tarde si no te levantas ahora —negado a que sigas acostada, camino hasta los pies de la cama y tiró del acolchado que te cubría para destaparte y dejarte cubierta únicamente por las sábanas. Abriste tus ojos con enojo y te sentaste para mirarlo con tu peor cara—. No me pongas esa cara que ya te dije que te voy a dedicar todos los goles que haga.

—No es suficiente recompensa para lo que me acabas de hacer. Además, ya estaba despierta, ya estaba por salir de la cama —Lionel se acercó a dónde estabas y volvió a llenarte de besos, hasta dejar uno un poco más largo que hizo que termines de despertarte por completo. Sonreíste sobre los labios del pujatense que también sonreía orgulloso de haber logrado su cometido.

—Mamita, que no me entere... —lo escuchaste decir cuando te levantaste de la cama para ir a buscar a tu mochila la ropa que ibas a ponerte—, que ese culito pasa hambre, eh —completo la frase con una pequeña nalgada que hizo que te ruborices por completo.

—Lionel, no seas ordinario.

—Que te haces la que no te gusta, nena.

Antes que puedas decir una cosa más, Scaloni estampó sus labios contra los tuyos y sus manos bajaron hasta tus desnudos muslos (tenías puesta una remera de él como pijama), los acarició y dejó algunos apretones en tu culo. Gemiste ante el contacto de sus frías manos con esa parte de tu cuerpo y Lionel aprovechó eso para profundizar un poco más el beso, posó sus manos en tu cuello y te pegó más a él.

—¿Ahora si ya estás despierta, bombón ? —susurró contra tus labios, visiblemente contento por esa sesión de besos que había sido resultado del comentario que había hecho.

—Si Lio, ahora sí me desperté.

Fuiste hasta el baño que tenía Lionel en su habitación y te cambiaste de ropa. Saliste del cubículo ya lista para empezar el día y el viaje que tenían hasta el pueblo dónde se iba a hacer el torneo. Lionel te abrazo por la cintura y dejó varios besos en tu cuello y mejillas, acariciando con sus pulgares la piel de tu espalda.

—¿Ya te dije gracias por gastar un domingo en pasarla mirándome jugar al fútbol?

—No estoy gastando mi domingo, me gusta verte jugar Lio, en serio. A pesar de que sea muy temprano —giraste tu cabeza para poder verlo y notaste que sus ojos brillaban.

—¿En serio me lo decís? —susurró, cómo si aquello que le dijiste fuera mentira.

—Si corazón , me encanta verte jugar. Sea lunes, domingo o feriado. Me gusta acompañarte en esto —le diste un pico a la par que las manos de él se aferraban un poco más a tu cintura—. Vamos, que vamos a llegar tarde.

—Si... si vamos —después de ese comentario, Lionel se sintió el chico más afortunado de todo el mundo por tenerte.

(...)

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⏰ Last updated: Aug 24, 2023 ⏰

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