La hija de Gastón tiene que dejar la isla de los perdidos para estudiar en Auradon.
Su plan era llevar la barita a Maléfica para que pueda cumplir su venganza,solo que no creía que se llegará a enamorar del hijo de la persona que casi mato a su padr...
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—Una ocasión que quedará en la historia— saluda a Carlos y se mancha la mano con chocolate —Chocolate.
—El día en que nuestros pueblos se unieron— saluda a Evie y ella lo mira con una gran sonrisa.
—Ya nos quedo muy claro que eres de la realeza— Gaia lo interrumpe con una pequeña risa.
—¿Estuve un poco formal?— sonríe y toma las manos de Gaia y ambos
—Yo diría que bastante.
—Bueno, arruiné mi primera impresión.
—Yo no diría eso.
—Eso me hace feliz— ambos ríen, sin darse cuenta del tiempo.
—¡Hey! la hija de Malefica— interrumpe las miradas de Gaia y Ben. mira a Mal.
—Si, soy Mal.
—Sabes que no te culpo porque tu madre haya querido intentar matar a mis padres y eso. ¡Oh! Mi mamá es Aurora, la Bella...
—¡Durmiente!, si he oído sobre ella, sabes que yo tampoco quiero, culpar a tu abuelo por enamorar a mi madre, para cortarle las alas y así convertirse en rey.
—Lo pasado pisado.
—Seguro— ambas ríen de manera falsa.
—Y tu eres la hija de Gastón— sonríe —No odies a Ben porque su padre pudo quedarse con el amor de Bella, porque Ben no te odia aunque tú padre allá querido matar al suyo...— El príncipe voltea a verla con una cara que muestra molestia y decepción por la actitud de la chica.
—Yo no lo odio,mi padre no odia al suyo, de echó el está agradecido con el, ya que si no fuera por el y Bella mi padre no se hubiera casado con mi madre— le sonríe al príncipe y el también sonríe.
—Bueno, tú padre tuvo que conformarse con tu madre.
—No hables mal de mis padres, podria decir tanto de tu abuelo y tú madre que no defendió a la hada que cuido de ella toda su vida, solo por cobardía.
—Mi madre no es una cobarde...
—Claro que si, al igual que el poco hombre de tu abuelo.
—Oye no...
—Entonces príncipe Ben, tu me odias?
—No, jamás, las acciones de nuestros padres y sus pasados no nos definen a nosotros.
—Me agrada escuchar eso. Ellos son Carlos y Mal— señala a sus amigos a los cuales aún no se presentaban formalmente.
—Mucho gusto a todos.Bien que tal si damos un paseo. La preparatoria, construida hace 300 años y luego convertida en secundaria por mi padre— El príncipe aplaude y la estatua de su padre se convierte en bestia lo que asusta a Carlos —Carlos, tranquilo, mi padre quería que su estatua se transformara, solo para recordarnos que todo es posible.
