My Sociopath (Kai Parker)

Capítulo 25: ¡¿Está viva?!

Narra T/N:

Luego de nuestra noche juntos, nos regresamos a casa, estábamos cansados de tanto bailar, la pasamos muy bien la verdad, al día siguiente Elena nos había invitado a desayunar a casa de los Salvatore, así que al llegar a casa nos rendimos ambos (Kai y yo) en la cama.

Al día siguiente...

Al sentir los rayos del sol en mi rostro me levanté rápidamente y ví la hora ¡11:00 a.m!, no puede ser es tardísimo, era desayuno, no almuerzo, desperté a Kai rápidamente, él se espantó por mi manera de insistirle.

- Amorrrr, levántate, Elena nos invito a un desayuno y ya son las ONCE DE LA MAÑANA, es tardísimo.- Le dije y él se levantó rápidamente y fue directamente a ducharse, yo fui al baño del otro cuarto para adelantar.

Después de ducharme busque algo para cambiarme rápidamente, al encontrarlo me cambié y peine lo más rápido que pude, pero sin quedar mal arreglada.

A pesar de solo llevar un chongo en el cabello, no se me veía tan mal, igual era un desayuno para que arreglarme tanto, al rato ya Kai estaba listo y fuimos volando a la mansión.

En un par de minutos ya habíamos llegado a la mansión, toqué la puerta algo nerviosa, era tardísimo, Elena abrió tranquilamente.

- Pensé que nunca llegarían.- Dijo Elena entre risas- Pasen- Dijo haciendo gestos para que entráramos. Al entrar vimos a los chicos que ya casi terminando de lavar los platos sucios.

- Hola, disculpa la tardanza, espero no sea un problema.- Dijo Kai a Elena.

- Para nada, solo que pues es entendible, debían estar cansados.- Dijo Elena mientras saludaba a Kai con un pequeño abrazo al igual que a mi.

- Se les pegaron las sábanas a ustedes dos, ¿Por qué habrá sido?- Dijo Damon insinuante, Kai y yo nos miramos y reímos ante su comentario, pero lastimosamente se equivocaba.

- No es lo que piensas Damon, anoche llegamos muertos a casa, apenas llegamos nos tumbamos en la cama y nos rendimos, solo eso.- Dije mientras me sentaba en las piernas de Kai (él se había sentado en uno de los sillones de la sala).

- Deben tener hambre imagino- Decía Elena mientras traía nuestros desayunos y no equivocaba nos moríamos de hambre y lo bueno es que era bastante por plato, los puso en la mesa indicándonos para que desayunáramos.