🌱𝐍𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐝𝐫𝐚𝐠𝐨́𝐧🌱

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Pov Omnisciente

Sparta: Bueno...y ¿Cómo te sientes? — observaba como estaban los ojos rojos de Raptor. Estaban tan irritados.

Raptor: Jaja, lo dices como si fuera muy malo — el castaño prefirió no decir nada más antes que empezaran a pelear.

Sparta: En fin, deberíamos irnos de este sitio tan siniestro. Si estoy un rato más aquí te prometo que empiezo a ver cosas.

Raptor se levantó de la silla, no podía ver del todo bien, su visión estaba nublada por el resto de las lágrimas. Sparta al verlo en ese estado pensó en una solución más adecuada para la situación.

No podían regresar con Acenix, le daba muy mala vibra ese chico gato. Se negaba a pedirle que le lleve de nuevo, además, a saber dónde estaría ahora, no se acordaba por donde había ido.

Sparta: ¿Tienes algún medio de transporte donde podríamos irnos? — todavía no sabía cómo Raptor había llegado ahí.

Raptor: Algo robado, pero lo estrellé contra una casa derrumbada así que no vale. Me siento muy mal por ese hombre...¿Crees que al volver debería pedirle disculpas? — Sparta rodó los ojos.

Sparta: Por el bien del hombre y el tuyo, para no ir a la cárcel, deberías olvidarte de eso y ayudarme a pensar una forma de volver al reino.

La bruja ya había desaparecido en medio de las tinieblas, no había rastro de ella por ningún lado. Tal vez ella tendría algo para ayudarlos, aunque esa casa parecía vacía, tampoco tenía estanterías para buscar en ellas y el pueblo carecía de personas para pedirles ayuda.

Sparta suspiró, a veces en sus viajes pasaba igual, pero esta vez no sabía por donde empezar. Dio un vistazo por la habitación.

Entonces vio su salida: una escoba. Según los libros las brujas viajaban en escobas, ¿Verdad?. Nunca había montado en escoba pero se las apañarían en el camino. Agarró la escoba, se montó en ella y intento hacerla volar saltando varias veces.

Sparta: ¿Por qué esto no vuela? — escuchó carcajadas del sitio donde estaba Raptor — ¿De qué te ríes?.

Raptor: Las brujas no montan en escoba, ¡Jajajaja!, no puedo creer que hayas caído en la broma de las escobas — A Sparta le salió una pequeña vena en la frente.

Sparta: ¡Bien!, Don experto, ¿Qué podemos hacer para salir de aquí?. Parece que solo soy yo quien piensa — Raptor se frotó los ojos y se acercó a Sparta.

Raptor: Ya veo bien de nuevo — le quitó la escoba a Sparta — Deja esa vieja escoba y montame.

Sparta: ¡Qué asco!, ¡Raptor!, De esa manera suena en otro sentido — le jaló del pelo — prefiero ir donde ese gato que ir en tu forma de dragón.

Raptor: ¿Tan mal sonó?, En mi cabeza sonaba mejor — para la próxima se aseguraría dos veces que sonaba bien para soltarlo — Aún así esa es la mejor opción.

Sparta: Ni en tus mejores sueños. Ves a través de la niebla, ¿Verdad? — Raptor asintió — Pues vámonos caminando de este pueblo y después busquemos a alguien que nos lleve.

Tal y como dijo Sparta, ambos salieron del pueblo fácilmente, en el camino se encontraron a una familia de camino al reino y se ofrecieron a llevarlos.

Cuando llegaron a Ryuon Raptor iba directamente a su casa, si su resfriado empeorara tendría graves problemas.
Sin embargo notó la presencia de Sparta siguiéndolo. Raptor pensó que tal vez solo lo estaba vigilando por si se caía o algo por el estilo, pero cuando llegaron a su casa y vio que Sparta no se fue se dio la vuelta.

۞𝐿𝑎𝑧𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑈𝑛𝑒𝑛۞Where stories live. Discover now