Capítulo 5- Amigos amigables

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-Por fin llegas, ¿eh?

-Yo también me alegro de verte.

-¿Quién es esa?-Dijo, apuntándome con el pulgar.-¿Ya te has echado novia?

-Es una amiga.-Respondió Mei fulminándola con la mirada.

La chica sonrió y me miró de vuelta.

-¿Cómo te llamas?- Me preguntó.

Se me hizo un nudo en la garganta y volví a sentir lo que sentí en casa. ¿Y si decía algo raro y de repente les caía mal? 

No respondí, en cambio, me quedé mirando al suelo mientras trataba de hablar.

-Soy Rachell.- Se presentó primero. Subí la mirada y la vi sonriéndome, cosa que me dio más confianza para hablar.

-Soy... Lia.

-Me gusta tu nombre.

Mei carraspeó un poco y las dos nos giramos hacia ella. Mei observaba a Rachell seriamente y Rachell pareció entender lo que decía porque reaccionó al instante y se giró.

-Seguidme.-Nos pidió.

No entendí muy bien lo que estaba pasando, pero empecé a seguir a Mei por instinto propio. No dije nada, tampoco pregunté nada, pero sentía la necesidad de preguntar qué estábamos haciendo y hacia dónde nos dirigíamos.

Nos detuvimos frente a un garaje no muy lejos del parque. La puerta era azul oscuro y algunas partes de la puerta estaban desgastadas. Rachell abrió la puerta y entró, dejándonos a Mei y a mí fuera.

-¿Es esto?-Pregunté con desgana.

-Sí, vamos.

Entramos dentro del garaje. El lugar no era nada fuera de mis expectativas; a mi izquierda habían unos sillones y en medio una mesa. A mi derecha había una mesa y una nevera y ya no había más. El suelo era de piedra y las paredes eran de un tono de azul verdoso oscuro que no había visto en mi vida.

En cuanto giré la mirada vi como Mei se acercaba a una chica alta, de pelo largo, rizado y marrón. Seguí a Mei, como llevaba haciendo todo el rato y permanecí en silencio mientras conversaban.

-Hombre, mira quién ha venido.-Rio la chica.-Nos tenías abandonados.

-Sí, bueno. Ya lo siento.

-No es nada-Respondió antes de clavar su mirada en mi cara.-, ¿Esta es tu novia? No está mal.

-Es mi amiga, Olivia.

Olivia rio un poco y se fue con Rachell. Yo me quedé al lado de Mei, en silencio. Nadie dijo nada, el silencio era tan profundo que podías escuchar a niños riendo fuera del garaje.

-Todavía falta un chico, no sé dónde está. Si quieres ve a esperar con las chicas.-Mei rompió el silencio. 

Lo dijo con tal seriedad que pensé que se había enfadado conmigo, pero yo asentí y me fui con Rachell y Olivia.

Rachell y Olivia estaban sentadas en un sofá, dejando un espacio libre entre ellas y dos sillones libres. Me acerqué y me senté en un sillón. Todas las miradas estaban sobre mí.

-Erais Rachell y Olivia, ¿no?

Ellas asintieron y yo suspiré. Bajé la mirada y me empecé a preguntar muchas cosas; ¿Quién era ese chico? ¿Por qué todo estaba pasando tan rápido? ¿No estaba siendo todo muy raro?

-Lia, ¿no?-Me preguntó Olivia.

Asentí con la cabeza y dirigí la mirada, otra vez, hacia ellas. Al mostrar interés hacia mí me hicieron sentir bien junto a ellas, como si tuviera unas nuevas amigas.

Y una cosa llevó a la otraWhere stories live. Discover now