No sé si era él. Si era el indicado. Parecía serlo. Parecía ser la cura a toda mi enfermedad. Pero sus actos jodieron aún más mi vida.
Al final era la enfermedad,pero cerca de él también me curaba y todo era calma.
¿Era posible? Si,claro que sí.
...
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Desde las últimas palabras de Vicki y su petición de dejarla sola,no habíamos coincidido casi nunca,ni en su casa;Cristián apenas me llamaba para que lo ayudase,cosa que me preocupó pero por un lado agradecí. Así me centraria más en la Universidad.
La relación con mis padres volvia a como antes,pero aún así preferí seguir en el apartamento. Tenía mí propio espacio y no debía dar explicaciones si llegaba tarde alguna que otra noche.
*** VIERNES.
Era viernes por la noche y me di el gusto de salir a algún bar de por allí.
Llamé a Richard,un compañero de estudios. Era guay,pero opté por llamarlo compañero de estudios,y no amigo.
La última vez que llamé a alguien así,fui traicionado y el dolor que se sintió fue inexplicable en su totalidad.
Richard accedió a mi idea,y nos encontramos en el bar Junng,a unos 10 minutos del apartamento.
Bebimos. Yo mezclé un chupito de tequila con ron,y Rich optó por ser más consciente y responsable;bebiendo sólo un Gin,tipo London dry.
Pasamos la noche espectacular,el tirándose a tías,a más no poder y yo rechazandolas.
Admito,que hubo una,una que captó un tanto mi atención. Era morena,de ojos verdes muy claros y su cabello castaño claro con reflejos dorados y ondulado.
No sé porqué,pero mi mente por un instante,vió a Victoria en ese chica. Claro que nadie se le comparase,pero si tenía un aire,mínimo pero algo.
Era muy bonita,llevaba unas sandalias con un tanto de taco,de charol y un vestido ajustado al cuerpo,lo que dejaba a la vista que se marcarán unas preciosas curvas en su pequeña cintura. El vestido era de color beige con lentejulas que brillaban en la penumbras del bar,apenas había unas tenues luces.
[...]
Dimos por terminada la noche y regresamos a nuestros coches para volver cada uno a su apartamento.
Llegué y me hundi entre las almohadas sobre mi cama.
En la mañana el radiante sol obligó a mis ojos,para que estos se abriensen. Me estiré sin querer dar por comenzado el nuevo día.
Finalmente me moví de la cama y me di una rápida ducha. La noche anterior me fundi de lo agotado que me sentía y necesitaba limpiar mi piel.
Me vestí con un pantalón sencillo y una camiseta informal,algo ancha.
Bajé y preparé mi café. Mientras le daba un sorbo a la taza,encendí mi aparato celular y me fijé en las mil y una llamadas de mi madre desde ayer por la tarde.
¡Mierda! ¿por tenía que ser tan intensa? Jamás me daba respiro. Madres!!
Devolví sus llamadas,procurando mantener mi calma.
---Mateo----escuché la voz con recelo de mi madre al otro lado de la línea
---¿¡Que te ocurre Mateo!!? Llevas un día y medio sin contestar mis llamadas,sin siquiera enviarme un mensaje..----
La corte para que no alterará mi estado y me haga encabronar.
---Madre. Estoy bien ¿vale? Eh salido anoche con un compañero y al llegar quedé exhausto,me desplomé en la cama---argumenté
---Bien,me alegro por ti. Pero la próxima ¡Cuéntame! No me dejes así de intranquila ¿quieres?----siguió con su recelo
---De acuerdo mamá. Ya,tranquila,¿Como te encuentras? ¿el viejo?----dije queriendo cambiar de tema
---Yo,ahora bien. Tu padre afuera comunicándose con un cliente,ya sabes---
---¿discutiendo otra vez? ¿qué ha pasado ahora?---pregunté
El comunicándose de mi madre era sinónimo de discusión con algún cliente insatisfecho.
---Si,no lo sé. Le han recriminado un caso en el que salió perdiendo---contestó mi madre
--Vaya---respondí
--Bueno hijo,me alegro de que estés bien. Ya sabes que hacer en la próxima salida; A-V-I-S-A-M-E por favor. Y no apagues el móvil---me recriminó
---Vale Madre,si lo prometo. Adios--- saludé y colgué la llamada
[...]
Terminé mi café y me coloqué mi ropa deportiva. Salí a correr por la playa y a disfrutar el bello día. Ya casi pisabamos el verano y se podía notar la despedida del invierno.
Al llegar al apartamento,todo sudoroso me quise meter bajo la ducha,cuando mi celular sonó.
Me giré en mis talones para volver y cojer la llamada de quien quiera que esté llamando.
Pero al llegar,habían cortado. Me fijé y era de un número no anotado en mi agenda.
Me preocupé,y devolví la llamada unas tres veces,pero nadie contestó.
