la carta

2.8K 70 20
                                    

7:30
Suena la alarma. Estoy muy cansada, ayer llegamos tarde a casa, y no me apetece nada ir al instituto. Pero bueno, es lo que toca. Voy a quitarme la sábana cuando veo que no puedo mover ni un músculo. Literalmente. Me duele todo el cuerpo, incluidas partes que no sabia que me podían doler. Mientras vuelvo a ponerme la sábana porque efectivamente no voy a ir al instituto, me doy cuenta de que en el fajr no me dolía nada. Subhanallah. Aún estando enferma Allah me ha dado fuerzas para poder rezar.

Ya son las tres. Llevo todo el día en la cama.  Mi madre ha subido a traerme el desayuno, pero no hacía falta, no tengo nada de apetito. Ahora mismo solo quiero dormir. O ver la tele. O leer.
Antes he escrito a Reda para decirle que no voy, y que me pase los apuntes. Se ha puesto como un loco en el Movil, no me quiero imaginar cuando me vea. Cuando me vea.... ¿Me tiene que ver en estas circunstancias? Me da un poco de miedo. Pero en otra época me daría pánico. No podría ni verle. Pero sé que me quiere, me quiere como sea, aún pareciendo una momia.
Bueno, como iba diciendo, son las tres, así que mi hermana y Reda tienen que estar llegando. Mis padres están trabajando. No querían irse y dejarme sola, pero les he dicho que no se preocupen, que voy a estar bien.
Suena el timbre. Que tontos. No pienso bajar, tienen llaves. Vuelven a timbrar. Uf, como se hayan olvidado las llaves... Y otra vez el maldito timbre. Pf. Intento bajarme de la cama y casi me caigo. Consigo coger equilibrio y bajo las escaleras, bueno, bajar o casi arrastrarme. Me duele un montón la cabeza. Llego abajo y les abro la puerta.
-¿Se te tenían que olvidar las llaves hoy Abir? — Digo enfadada.
-Lo siento — susurra con cara de pena, pero cara de pena actuada, ese mounstro no siente ni una pizca de pena por mi — Te he traído un regalo — dice, y se aparta para entrar. Dejando a la vista a Reda. Esta guapísimo, al contrario que yo... y huele igual de bien que siempre.
-Jinan... — dice tocándome la frente con la mano, supongo que para ver mi temperatura, que por cierto, estoy ardiendo.
-Ya. Ya. No hace falta que digas nada. — digo mirando hacia otro lado.
-Mi madre te está preparando una sopa. Bueno. Quería hacerte harira, pero he pensado que te vendría mejor una sopa. — ¿es enserio? ¿Como no me va a gustar este chico? Es que lo tiene todo. Todo. Gracias Allah. Gracias.
-Gracias. Gracias de verdad Reda. Por todo.
-No me las des Jinan — contesta
-Si. Te las tengo que dar. Me cuidas, me cuidas mucho, y me encanta. Gracias. — digo, y se sonroja un poco. Que mono. Que mono.
-Ya bueno, lo hago porque me pagan, que si no....
-pf, capullo. — le digo y de empieza a reír. Lo echaba de menos. La risa. Desde que ha llegado solo estaba preocupado, por fin a vuelto mi Reda. Aunque el Reda preocupado no me disgusta nada.
-Bueno, te dejo, que te vas a desplomar en cualquier momento. Toma los apuntes de hoy — me dice, me da una mochila, y se va, despidiéndose con la mano y giñandome el ojo. Pf. Vaya tio.

Cuando logro subir arriba, me meto directamente a la cama, cojo la mochila y la abro. Me vendría bien repasar un poco. Saco todos los apuntes, pero hay algo más. ¿Que es eso?  Chocolate. Me empiezo a reír sola, este niño es un caos. Ayer se estaba comportando como si no le importase nada, como si fuese un sinsentimentos, toda la noche así. Y hoy me compra mi chocolate favorito. No se si reírme de él o enamorarme más. En fin. Me esta malcriando, el se las va a ver luego. Pero todavía hay algo más. Una carta. ¿Una carta enserio? Me esta vacilando. Ayer justo me dijo que nunca ha escrito ni piensa escribir una carta. Que es muy cursi. Voy corriendo a abrirla. Y si. Es su letra. Su preciosa letra. Pienso colgar esta carta, y recordárselo por siempre.

Me estoy arriesgando para hacerte esta cursilada, ayer me habías dicho que te gustaban las cartas, y aquí estoy, ensuciando mi reputación. Espero que la leas y la tires Jinan. Te he comprado el chocolate que te gusta, me ha dicho tu hermana que es tu favorito. Te lo he comprado para que hagas lo siguiente:
- [ ] Leer un libro mientras te lo comes (me ha dicho tu hermana que tu libro favorito es furia, una tal saga crave, ¿no?)
- [ ] Ver un poco el Movil, y luego hablar conmigo toda la tarde. Si no, me devuelves mi chocolate.
Cuando mi madre te traiga la sopa tienes que ver the vampire diaries, tu serie favorita, sigo sin entender porque te gustan tanto los vampiros, estoy buscando la manera de no ponerme celoso de ese tal Damon.
Y mientras haces todo eso imagina que estoy allí, si fuese en otras circunstancias estaría allí sin pensármelo, pero ya sabemos lo que pasa. Inshaallah dentro de unos años estaré allí, contigo.
Y Inshaallah te recuperes antes de que sean las nueve. Porque estáis invitados a mi casa, y luego nos vamos a dar una vuelta las dos familias. Recupérate, por favor, necesito verte.

In sha allahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora