Unos ya estaban dormidos en  la cubierta del barco.

-Traten... de aguantar... hasta que lleguemos...a la isla-dijo Deuce.

Solo hasta que él barco se detuvo y bajo sus anclas. Todos se qué daron dormidos excepto una persona.

-Aaaa y ahora que debería de hacer? - preguntó intrigado Ace. Se bajó del mástil, para palmear en la cara a uno de sus nakamas dormidos, pero este no despertaba.

Ching! , ¡Shuiiiing!

El sonido de cadenas chocando, no se había detenido, al contrario parecía que se hacían más fuertes. Provenían del bosque, en lo profundo, tal vez allí se encuentre una forma de despertarlos.

Camino siguiendo el sonido de las cadenas. A medida que  seguia veía la extrañeza en el lugar. Encontró un árbol en pleno florecimiento como si estuviera en primavera, más adelante encontró uno sin hojas y con nieve al rededor estaba en invierno, después encontro uno con hojas de color rojo cayendo parecería que este estaba en otoño y termino encontrando uno que tenia hojas verdes en abundancia parecía que este de encontraba en verano. Todo el bosque estaba repleto de este tipo de árboles.

- Realmente es una extraña isla-dijo mientras arrancaba unas frutas con forma de pera en la copa de un árbol.

El cielo era aun más extraño, estaba en su mayoría despejado con un sol perfecto para divertirse en el aire libre. A diferencia de como se veía desde afuera.

Después de caminar un rato encontró un gran prado lleno de pétalos rosados, al levantar la mirada vio un hermoso árbol de cerezo recién florecido, en sus ramas habían flores de color rosa y siguiendo el rastro, en el centro de este descansaba una joven de cabellos  blancos tan largos qué podían cubrir las ramas de este.

-WOW, cuanto cabello.

Se acerco a la chica y comenzó a jalar el cabello, solo para verificar si su cabello era real.

Lo que provocó qué la chica despertará. Miro a los lados un poco desconcertada hasta que vio al chico que la despertó.

- Oh, hola- hizo una reverencia - Mi nombre es Portgas D. Ace.

-... - ella no podía hablar esta estupefacta, cuanto tiempo había esperado por este momento, por la llegada de esta persona -... El elegido.

Acercó su mano al pecho del joven esperando lo que tanto había buscado. Pero no había nada allí.

-Porque?!! - se miro la mano.

-Ah... Que haces? - preguntó intrigado el joven.

-...Nada. Solo deseaba saber si eras real- se levantó y salto fuera del árbol, su cabello se arrastraba en el suelo.

-Real?.

-... Si. Hace tiempo que alguien visitaba este lugar-se paro frente al chico.

-Como te llamas? - le sonrió.

-Shiro.

-Un gusto. Shiro podría pedir tu ayuda.

-Mi ayuda? Claro, qué necesitas?

-Cuando llegamos, mis nakamas se quedaron dormidos. Sabes como podría despertarlos?.

-No necesitas preocuparte por ellos. Cuando vuelvas despertarán.

-En serio?! Gracias- tenía una sonrisa genuina.

-No hice nada. Solo aquellos que tienen la fortaleza y convicción podrán estar despiertos cuando lleguen a esta isla.

Los Mugiwaras en U.AWhere stories live. Discover now