-"O que bueno que te unes a la fiesta, creía que ya te habían llevado"- bromeo Bocón.

-"¿Quién a mí?, no los dragones no sabrían que hacer con todo esto" - realizo una clásica pose para demostrar sus músculos de los cuales carecía.

-"Bueno necesitan molda dientes ¿no?"- pregunto Bocón , la gente empezó a llegar en busca de afilar sus hachas, espadas y otras cosas, también por boleadoras o arcos.

En otro lugar un grupo de jóvenes quinceañeros se movían con rapidez y agilidad por las calles incendiadas de la isla.

- "A la izquierda"- hablo un joven de pelo moreno, estatura promedio de aspecto mugriento y desalineado, su vestir era playera y pantalones grises, junto a unas botas y chaleco negro, unas vendas de cuero en los brazos su nombre era Patán Jorgenson, uno de los más prometedores vikingos de la 8va generación.

-"Okay"- respondió otro de los jóvenes, el cual era grande y robusto con brazos lo suficientemente fuertes para romper troncos de los árboles, su única extrañeza eran sus pequeñas piernas, su pelo era rubio paja, llevaba un enorme abrigo color marrón con las botas negras, su nombre Pata pez Ingerman, él tenía la complexión, pero no la valentía para matar dragones.

-"Diecinueve casas están llameando en la zona derecha, ¿que tal tu hermana?"- pregunto uno de los jóvenes de pelo rubio lacio y largo, sus vestimentas eran una playera y pantalón grises con las botas y chaleco de color negro, este miraba a una joven idéntica a el, quien vestía de igual manera solo que el chaleco y los pantalones eran miel.

-"Cuarenta y ocho hasta el momento"- respondió la joven, estos eran los gemelos Brutacio y Brutilda Torton, dos cabezas de carnero que podrían causar más destrucción que los dragones, aunque no había mejores personas cuando de locas ideas que funcionaban mejor que las cosas convencionales.

-"Estamos cerca de la herrería, es posible que tengamos que cubrir más de que esperábamos- les comento una segunda voz femenina, ella también era rubia natural, sus ojos azules brillaban con fulgor entre tanto marrón de sus compañeros, vestía una playera olivo, con una falda de cuero y picos, un pantalón azul con unas botas color miel, dos hombreras de acero en sus hombros y unos calentadores de antebrazos color olivo para completar una diadema en la frente, su nombre era Astrid Hofferson, la segunda más prometedora de la 8va generación.

-"Astrid deja de fantasear y ayuda"- le grito Patán sacándola de su sueño.

-"Voy" - hablo tomando su balde con agua, pasaron frente a la armería cuando el joven principal los vio.

-"Se tardaron demasiado"- grito a los jóvenes.

-"No es tan fácil ir por toda la aldea en llamas cargando baldes de agua y salir ilesos por los dragones"- le grito Brutacio.

-"Hablando de reclamos deberías de tener más cuidado Hipo, me entere que casi te parte un pesadilla monstruosa" - le reprocho Astrid al joven de la armería.

-"Salió de la nada"- se defendió el chico.

-"Ah, ah, esa no es escusa, un vikingo debe de estar alerta constantemente, si no es un dragón es otro vikingo el que nos quiere muerto"- le detuvo Brutilda.

-"Es fácil para ustedes, pronto irán al ruedo y podrán matar dragones a diestra y siniestra, yo en cambio seguiré aquí muriendo lento entre acero y óxidos" - se quejó Hipo.

-"No te sientas mal Hipo, tal vez yo también repruebe el examen y me dedique a ser el aprendiz de Gothi"- le animo Patapez.

-"Por cierto, ¿Naruto no se ha aparecido?- pregunto Astrid.

-"No, debe de estar con el Jefe, desde hace poco que lo vi rumbo a las catapultas, hubo un a vista miento de Furia Nocturna, así que deben de estar en alerta máxima"- les comento Bocón , los más jóvenes se rieron.

Naruto TrilogíaWhere stories live. Discover now