capitulo 10: si se invirtieran los papeles

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Cuando consiguió volver a dormirse no soñó... por suerte. Se despertó y trató de alejar la somnolencia. Sé amable Liläk, se recordó a sí mismo, sé amable. ¿Qué tan difícil puede ser aprender a nadar correctamente?

Tsireya y Aonung fueron a buscarlos a la cabaña. Rotxo, el amigo de Aonung, también estaba con ellos. Tsireya estaba feliz de estar allí, los otros dos... digamos que Liläk quería sisearles cada vez que los miraban. Aún se reían a veces cuando les veían la cola, aun así tomó aire y trató de armarse de paciencia.

Tsireya, Aonung y Rotxo se lanzaron al agua con elegancia. Los Sully... simplemente saltaron. Liläk fue el último en meterse. Aprovechando que no había nadie, se metió despacio, sentándose en la red antes de meterse. Nadó en la superficie al principio y luego tomó aire y se sumergió.

Tuvo que contenerse para no jadear. Era precioso. Había bancos de peces por todas partes y animales que Liläk no había visto en su vida nadaban a su alrededor, haciendo figuras mientras se movían, casi como si bailaran.

Liläk alcanzó a Lo'ak, Neteyam y Tuk. Se dio cuenta de que los adolescentes Metkayina nadaban mucho más profundo que ellos, moviéndose suavemente bajo el mar. Tsireya los miró y sonrió, feliz de ver sus caras iluminadas mientras miraban a su alrededor.

Los Sully intentaron seguirles el ritmo, pero eran rápidos, aunque Tsireya se detenía a menudo y los miraba, esperando.

Tan pronto como Liläk lo amó, comenzó a odiarlo: se le empezó a cortar la respiración. Miró hacia arriba y nadó hacia la superficie rápidamente. La distancia entre el y poder respirar se acortaba demasiado lentamente para su gusto. Cuando por fin sacó la cabeza del agua, jadeó sonoramente. Tuk ya estaba arriba. Sus hermanos lo seguían de cerca.

-¿Estás bien Tuk?-preguntó a su hermana una vez recuperado el aliento.

-Sí.-dijo ella entrecortadamente.

Lo'ak y Neteyam miraron a Tsireya, que seguía sumergida. Al cabo de un rato tomaron aire y volvieron a nadar hacia abajo.

-¿Vamos a hacer esto otra vez? -preguntó Liläk. No quería sentir que se ahogaba de nuevo. Pronto fue el único en la superficie.

-Oh, gran madre, dame fuerzas -dijo mientras respiraba hondo y volvía a sumergirse.

Alcanzó a sus hermanos y esta vez duró aún menos. ¿Cómo esperaban que les siguieran el ritmo? Era como si llegaran al bosque y el les obligara a seguirles por encima de los árboles. Sonrió un poco al pensarlo, sus colas no serían tan útiles entonces...

Liläk volvió a nadar hacia la superficie. Odiando la sensación de quedarse sin aliento. Tsireya, Aonung y Rotxo subieron de nuevo. Liläk los miró impresionado cuando ni siquiera jadearon un poco una vez que sus cabezas estuvieron fuera del agua.

-¿Están bien? -preguntó Tsireya en voz baja.

-¡Van muy rápido, espérennos! -Gimoteó Tuk. Al menos no era el único que pensaba así.

-Sólo respiren... respiren... -dijo Tsireya con calma.

¡¿Cómo podía hablar de respirar cuando llevaban como cinco minutos bajo el agua?! El la admiraba, tenía que admitirlo.

-No con buenos nadando.-comentó Aonung.-Puede que sean buenos columpiándose en los árboles... pero... -Liläk había decidido que se quedaría callado siempre que estuviera cerca de ellos... si su madre quería que fuera amable con los Metkayina, ésa sería la única manera.

Rotxo se río y Tsireya le golpeó la nuca a Aonung. Sí, a Liläk le caía bien Tsireya.

-Vamos bro...-le dijo Lo'ak.

los sully somos uno ◦⇠avatar el camino del agua⇢◦Where stories live. Discover now