A promise is a promise

capitulo 87 (un consejo, una decisión que tomar)

                     

Y sin decir más salió de mi oficina dejándome completamente sola. Dejé salir un gran suspiro y pensé: ¿Qué es lo que en realidad debía hacer?
¿Casarme o darle una pausa a mi compromiso con Becky? Yo sé que sea cual sea mi decisión mi prometida me va a entender y me va apoyar, pero ella también se merece lo mejor del mundo, ella y mis hijas.

                     

El resto del día mi mente le estuvo dando vueltas al asunto, ya eran 2:18 PM, y decidí llamar a mi hermosa morena.

                     

Llamada en curso

                                 

             
                   

—¡Hola, amor!—sonreí al escuchar a Becky

—Hola, amor...—respondí de la misma forma—.¿Qué haces?

—Haciendo la comida, amor, ¿y... Sam, no estés corriendo aquí en la cocina—pude escuchar claramente como le estaba llamando la atención a Sam—.Perdón es que Sam estaba corriendo aquí

—Pude escucharte como le llamaste la atención

—Hay que tener mano dura con las niñas de hoy—amabas reímos—.En fin, ¿Y tú qué haces, amor? ¿Tienes mucho trabajo?

—Pues ya sabes como es esto, amor... Diario hay trabajo

—¿Llegarás tarde?

En ese momento me puse a pensar si prefería un reunión o ir a comer con mi familia, obviamente mi familia, y quizá hablaría con Becky sobre nuestra boda.

—¿Amor?—me dijo

—Lo siento, Bec.  Oye... ¿me invitan a comer con ustedes?—pude sentir su sonrisa

—Eres bienvenida siempre. Te esperamos

—¡Te amo! Enseguida salgo, ¿sí?

—Vale, con cuidado y también te amo, fre... Te vemos aquí

Fin de la llamada

Tomé mis cosas y salí de inmediato de mi oficina, no sin antes avisarle a mi secretaría que cancelara mi reunión.
Conduje hasta mi casa, ya que Plutarco se quedaba en la casa por cualquier cosa que necesitara Becky.

Al llegar, pude ver a mi hija en la sala viendo su programa de televisión favorito mientras abrazaba a Jack, la saludé y pude notar su emoción al verme.

—¿Y mamá?—le pregunté después de haber acariciado su cabello Negro

—En la cocina con Beca— ella le decía así a la bebé

—Voy con ellas, ¿sí?— ella asintió y siguió viendo su programa

Entré a la cocina y pude apreciar a mi hermosa morena poniendo la mesa, sin hacer mucho ruido y sin que ella notara mi presencia, caminé hasta donde estaba y la abracé por atrás, causando que ella diera un pequeño brinquito del susto

—Amor, me espantaste...

—Así haz de tener la conciencia, amor mío—ella arrugó su nariz y me abrazó del cuello

—Ajá sí. Mejor déjame darte un beso— sin decir más juntó nuestros labios y pude saborear sus exquisitos labios con su labial rojo sabor a cereza

—Te extrañé...—dije al separarnos

—Y yo a ti, cielo—acarició mi mejilla y luego depositó un besito sobre ella—.No pensé que vendrías

—¿No te da gusto? Porque si quieres me regreso al trabajo

—No, no, no, no... Nada de eso y sí, me da mucho gusto tenerte aquí, es solo que me dijiste que tenías mucho trabajo, amor

—Bueno, pero preferí venir aquí con ustedes, de hecho creo que vendré más seguido—dije mientras colocaba un mechón detrás de su oreja y mi otra mano la tomaba de la cintura

—¿Terminando de comer regresarás a trabajar?

—No, amor... Me quedaré aquí con ustedes el resto del día— Becky sonrió y me abrazó—Te amo

—Te amo...—respondió

—¿Quieres que te ayude en algo?

—Solo pon los cubiertos en lo que yo sirvo,  y acerca a Rebecca para que esté aquí con nosotras

Asentí e hice lo que me pidió, fui por mi bebé que estaba en su carriola, la acerqué y luego la cargué para poder besar su mejilla. Cada día mi bebé se ponía más preciosa.

••••••

Después de un día en casa y en familia, decidimos ir a descansar. Becky estaba en la ducha mientras yo leía, mis hijas ya dormían, así que podía platicar con Becky sobre la boda. Si soy honesta muero porque esa mujer sea ya mi esposa, pero la situación de mi madre...

En ese momento vi a Becky salir del baño ya con su pijama y una toalla enredada en su cabello, me regaló una sonrisa y se acercó al tocador a ponerse crema en su rostro y quitarse la toalla para poder cepillar su cabello.
Dejé mi libro y mis lentes de lectura sobre la mesita de noche.

—Haz estado muy pensativa el día de hoy, ¿te pasa algo, amor?—me preguntó mientras se acostaba a mi lado

—Quiero hablar contigo sobre algo—ella me miró confundida—.Es sobre nuestro compromiso

—¿Qué hay con eso, Freen?

—¿Te parece si nos sentamos?—ella asintió. Tomé sus delicadas manos y las acaricié

—Habla ya... Me estás asustando

—No quiero asustarte pero hoy platiqué con kade sobre nuestro compromiso y he pensado mucho hoy... Sé que quizá no es una decisión que se deba tomar en un día pero...

—Ve al punto donde quieras llegar, Freen... Enserio que estoy comenzando a tener miedo

—Quiero que nos casemos en dos semanas

—¿Cómo dices?—dijo casi titúbeando

—Amor, quiero que seas mi esposa ya. Sé que es algo pronto, se va a planear como tú lo desees, a tu gusto y...—me interrumpió

—¿Por qué tan pronto? ¿Qué te hizo tomar esa decisión?

—Porque quiero que mi mamá esté presente en nuestra boda... Quiero que vea que me casaré con la persona que amo y muero por pasar el resto de mi vida. Te amo, Becky... Y si tú crees que es demasiado pronto, lo podemos hacer despu...—me interrumpió con un beso

—Te amo, Freen. ¡Nos casamos en dos semanas, mi amor!

Sin decir más, nos abrazamos tan fuerte que nunca. Amaba a mi hermosa Becky, es lo mejor que me ha sucedido.

—Quiero que planees la boda a tu gusto, como tú quieras, amor, ¿sí?

—Quiero que lo hagamos tú y yo, porque será de las dos—me besó ligeramente—.Te amo, Freen Sarocha

—Te amo, Becky Armstrong

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